Como príncipe huasteco, Asael fue coronado con rosas en Pachuca

PACHUCA, Hgo., 18 de enero de 2015.- Asael Hernández rindió protesta como presidente del panismo estatal. Y aunque ya había sido confirmada su investidura por medio del Comité Nacional, faltaba presentarse ante su militancia, cuyo protocolo, a pesar de realizarse en la capital hidalguense, lució como si fuese uno de la huasteca.

Porque la costumbre de investir a los políticos con una corona de flores fue importada para el acto y tomaron licencia para perder la latitud: los asistentes pidieron un príncipe huasteco en pleno centro de Pachuca y Asael, así como los demás integrantes de su directiva, aceptaron el gesto con sonrisa.

Y como sucede con quienes ganan una contienda cerrada, aprovechan todo momento para hacer un llamado a la unidad. El nuevo dirigente ya dio vuelta a la página y hasta se autoimpuso un reto enorme: obtener la gubernatura cuando hoy en día son la cuarta fuerza política de la entidad.

El tramo de la calle Madero que esperaba a los asistentes fue cerrado desde las 9 y media de la mañana por los gendarmes de la seguridad, cuya única preocupación era dónde enviar al de menor rango a comprar el almuerzo. Convinieron dejarlo a su criterio, pues a fin de cuentas y compre lo que compre, le iban a regañar. Las cuotas de piso se dan en todas las ocupaciones.

Los camiones  llegaron poco antes de las doce y se estacionaron en gobierno. De sombrero, serranos, muchos de ellos no conocían la capital y se les veía levantar la mirada para observar los edificios, que dicho sea de paso ni son muchos ni son altos, pues cuando alguien piensa en una ciudad moderna o incluso bonita, difícilmente piensa en Pachuca.

Se habrán juntado unos mil asistentes. Si se veían los asientos de atrás vacíos, unos pocos vacíos, es porque les parecía más fácil quedarse cerca del escenario aunque estuvieran parados.

Asael citó a la prensa a las doce. Acostumbrados, llegaron quince minutos después. Como si Asael lo supiera, decidió castigarlos llegando a la una y comenzó la rueda. Preguntaron sobre si encontraba un partido debilitado, sobre si se había acercado al grupo que perdiera la contienda y hasta hubo quien preguntó sobre una malversación de fondos; esta última si no de uno de sus colaboradores, sí de alguien que se pronunciara a su favor. Salió del paso y no le insistieron. Preguntaron sobre lo que ya se tenía respuesta con la esperanza de que lanzara algo nuevo, pero el dirigente les ganó la partida.

El verdadero boom llegó sobre la insistencia de señalar quiénes serían los contendientes para el proceso de la contienda a legisladores federales. La primera vez bateó y la segunda también. Más que por insistencia, como quien no quiere dar una mala impresión, mencionó quiénes le habían manifestado su intención de participar en la justa. Señaló tres mujeres y un hombre; queda claro que la fuerza del panismo está en sus mujeres aunque si lo decimos con sinceridad, ni Gloria Romero ni Claudia Luna ni diez más del mismo calibre pesan lo mismo que Xóchitl Gálvez.

Sobre la excandidata a gobernadora, que aunque más conocida en el terreno nacional que en el local, a punto estuvo de quedarse con la gubernatura… de no ser porque la huasteca le dio el triunfo al PRI. Asael dijo que se pondrían en contacto la siguiente semana, pues no se han sentado a charlar. Manifestó que la ven como un elemento valioso pero no quiso abundar más en el tema, pues sabía que este era su día y nadie más le iba a robar el protagonismo, amigo o enemigo.

Ya la toma de protesta fue como se acostumbra. Prometen cumplir y hacer cumplir sus estatutos y principios bajo la advertencia que de no hacerlo, les sea demandado. Podrían omitir esta última parte a sabiendas de que no se hace; cuando se hace no se escucha; y si si son insistentes demandando mejor los callan; la mano en alto vale menos que la misma palabra para quienes rinden protesta y aunque ejemplos hay muchos, no abundaremos en ello.

Entre que terminó la rueda de prensa y el momento en que subió al escenario a escasos 30 metros de distancia tardó 40 minutos porque eso sí saludó a todos en el camino y a los que no abrazó se tomó una foto con ellos.

Así fue la protesta de Asael, quien corrió con la suerte del ganador e incluso el sol le sonrió al encontrar un muy buen clima cuando los meteorólogos pronosticaban fríos intensos. El nuevo presidente del PAN que fue coronado como príncipe huasteco en la tierra del Reloj Monumental.