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TULA DE ALLENDE, Hgo., 22 de enero de 2015.- En junta vecinal, en la que participaron cerca de 250 personas, colonos de Arboledas se dijeron dispuestos a defender las casas del conjunto urbano de una eventual invasión de gente ajena al desarrollo habitacional, como la ocurrida hace algunos días en Las Violetas.
Los liderados por Camerino Cortés, afirmaron que la medida se da por cuestiones de seguridad, para evitar que gente extraña a la colonia siga entrando ilegalmente; aseguraron que la noche del martes y la madrugada del miércoles ya se dieron algunas incursiones.
“Tres viviendas de las calles Pirul y Ahuehuete fueron tomadas por 8 personas, que forzaron las cerraduras para entrar a la brava, e incluso ya estaban buscando cómo colgarse de la luz, acción que fue impedida por los vecinos, quienes los desalojaron”, recordaron
En este sentido, los inconformes comentaron, “queremos cuidar nuestro patrimonio, conservar la armonía en la que hoy vivimos, defenderemos de toda invasión y a toda costa nuestro espacio”.
Para ello y a fin de evitar enfrentamientos innecesarios explicaron, «los habitantes de Arboledas estamos resguardando las casas abandonadas por el Infonavit, por las constructoras y por el banco, las protegeremos de cualquier gente extraña”.
Además puntualizaron, “no defenderemos las viviendas para las constructoras, las resguardaremos y alojaremos en ellas a las personas del fraccionamiento que más lo necesiten, después buscaremos un arreglo con el banco para pagarlas”.
Por otra parte, externaron su inconformidad con las desarrolladoras, que abandonaron el fraccionamiento, pues no están al pendiente de las cooperaciones que se hacen para darle mantenimiento a las calles de la colonia, “ni siquiera de dotarnos bien de servicios”, dijeron.
En ello, legitimaron la propuesta de resguardar las casas para después tratar de tomar posesión de ellas, previa negociación con las constructoras, que se desentendieron de ellos hace por lo menos 8 años.
Por último, indicaron que se resistirán a la invasión por cuestiones de suficiencia de servicios, pues de llegar 200 gentes más, como sucedió en Las Violetas, se sufrirá carestía de agua y de voltaje eléctrico, además de que el drenaje central colapsará debido a que es muy pequeño.