Ráfagas: Denuncian corrupción en Tribunal de Arbitraje Laboral
PACHUCA, Hgo., 9 de Febrero del 2015.- En días recientes la prestigiada periodista mexicana Lydia Cacho a quien profeso una gran admiración profesional, escribió una reflexión con la que en esta ocasión no concuerdo totalmente.
Con sobrada razón y derivado del hartazgo que han provocado los partidos políticos con décadas de fraudes, engaños, falsas promesas, saqueos, corrupción, deslealtades y traición y desprecio a quienes los eligen o a quienes les compran el voto, cualquiera estaría de acuerdo con ella en no confiar más.
Cacho sentencia: -La gran mayoría de personas adultas poseedoras de una credencial electoral hemos pasado los últimos dos meses preguntándonos y debatiendo qué hacer con nuestro voto.
Las y los políticos por su parte han montado un circo espectacular, la credibilidad de quienes conforman el aparato del Estado ha llegado a su límite y va sin duda alguna hacia una estrepitosa caída.
Es por ello que todos los partidos, sin excepción han elegido la mercadotecnia de la fama y el nombre para cooptar votos. Vemos carteles de deportistas, modelos, boxeadores, escritoras, bailarinas, corruptos cantantes de música cristiana, hijos de multimillonarios harineros, jefes de noticias de monopolios televisivos; todos ellos prometiendo honestidad y efectividad.
El tratamiento que los partidos nos están dando como sociedad al elegir a sus candidatos es el de imbéciles. El insulto no podía ser mayor.
El PRI y el PAN se coluden para ganar a costa de los derechos de las mujeres, el PRI y el PRD se hermanan y venden candidaturas en los estados; el caos es intencional no casual. Las elecciones manipuladas no construyen una democracia, la impiden.
México está viviendo un periodo negro. La delincuencia, dice Ernesto López Portillo, se ha convertido en una forma de vida, se ha masificado el mercado de la ilegalidad. El país celebró el cambio de partido en el poder y ahora entendemos que al desmoronarse el régimen experto en administrar el crimen, la violencia y la ilegalidad, estas se masificaron y quedaron fuera de control.
Por esas razones y otras más yo anularé mi voto con la leyenda ANULO MI VOTO. Aunque no exista la figura jurídica del voto en blanco como en Argentina, aunque los partidos digan que salieron nulos, ellos sabrán muy bien que el mensaje es: no soy tu cómplice, no me engañas, no me usas, esos candidatos no me representan.
El abstencionismo es abulia, el voto anulado es una acción ciudadana, un acto de libertad, una rebelión pacífica, un acto de congruencia, un acto de civismo.-
Coincidentemente una campaña que extrañamente ha sido muy impulsada en redes sociales y diversos medios también está promoviendo el no voto o asistir a las urnas a anularlo en señal de protesta o muestra de inconformidad y rechazo al sistema de partidos.
La pregunta obligada es: ¿A quién beneficia que crezca la tendencia del voto nulo?
Sencillo, a quien tenga posibilidades de generar un “voto duro” fundamentado en compra de voluntades vía entrega de “apoyos”, despensas, televisiones, dinero, materiales o incluso promesas laborales.
No daré siglas para no ser partícipe del insulto burdo que se comete en contra de la inteligencia del electorado al dar nombres; Sé que Usted que lee esta columna sabe a qué me refiero. Lo cierto es que mientras la manera de elegir a nuestros gobernantes siga siendo la vía electoral, debemos jugar el juego responsablemente.
Si pretendemos castigar a la partidocracia que probadamente ya nos ha engañado, el camino es la concientización que toma un camino largo y cansado pero que es la única opción real. Pretender convencer y educar a un electorado de los motivos de anular su voto no es trabajo de unos cuantos días.
Comenta el conocido político hidalguense de izquierda, Francisco Patiño Cardona que se presta a suspicacia el hecho que en diversos puntos del sexto distrito electoral se estén gestando acciones que parecieran ser francas provocaciones e intentos de bloqueo a los trabajos de la oposición.
Y para muestra el botón de esta semana; En el marco de sus actividades de promoción de afiliación de ciudadanos simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y MORENA, el pasado sábado 7 a las 12:30 horas en la Plaza Constitución ubicada frente al mercado 1° de mayo, se suscitó el hecho de que una oficial de policía de nombre Reyna Mirna Bernard P. sin importarle que el vehículo del que estaban bajando equipo para la promoción estaba tripulado y no dejado estacionado, les quito rápidamente la placa delantera, lo cual puede considerarse ciertamente motivo de discusión, sin embargo el científico y exdiputado federal al acercarse a la oficial de tránsito para preguntar el porqué de la acción, fue increpado por la prepotente servidora pública gritándole que no perdería su tiempo hablando con un viejo de la tercera edad que no entiende razones y menos siendo de “ustedes”
¿Es parte del entrenamiento de la policía pachuqueña y el gobierno municipal discriminar a la población y la oposición?