Definen comisiones del Senado terna para CNDH
LA PAZ, BCS., 14 de febrero de 2015.- La recolección de información y un exhaustivo análisis permitió a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) concluir que la muerte de 150 ejemplares de tortuga marina, de la especie Chelonia agassizii, en Laguna Ojo de Liebre, Baja California Sur, fue natural, y no por causas antropogénicas, toda vez que se realizó un análisis minucioso de la condición de los cadáveres y medioambientales.
A través de un comunicado, se informó que el personal de la Profepa, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y de la Empresa Exportadora de Sal (ESSA) realizaron recorridos terrestres y marinos para levantar evidencia sobre los cadáveres de los quelonios, lo que permitió contar con datos precisos y determinar si las causas del deceso podrían ser atribuibles a las bajas temperaturas o a otros fenómenos.
Inspectores federales llevaron a cabo recorridos terrestres para la obtención de las medidas físicas de 106 tortugas; sin embargo, el avanzado estado de descomposición (hinchadas, reventadas y secas) no hizo posible la toma de muestras para su análisis de laboratorio.
La mayoría de las tortugas se encontraron completas (cabeza y extremidades), sin ninguna herida o laceración; la toma de medidas somáticas presupone que los organismos encontrados son pre-adultos, toda vez que se ubican entre los 49 y 80 centímetros de longitud de caparazón. También, se observaron distintos grados de deterioro de los organismos, lo que confirma que no corresponde a un evento de mortalidad masiva (que no perecieron al mismo tiempo).
Mediante los mismos recorridos, además de un sobrevuelo, se constató que otras especies en la zona no se encontraban en condición de mortalidad o morbilidad.
Por otro lado, los inspectores de esta Procuraduría hicieron un recorrido por la planta productora de sal, donde se revisaron las áreas de aguas amargas, el almacenamiento de aguas de lavado de sal, los bordos o diques de contención, pero no se encontraron indicios de derrame de salmuera, combustible y/o lubricantes que pudieran haber causado la mortandad de tortugas.
Se llevó a cabo un muestreo de los parámetros físico-químico de la zona (salinidad, oxígeno y PH) con los cuales se pudo corroborar que los valores no presentan ningún nivel fuera de lo normal que pueda relacionarse con los decesos de las tortugas; pero se constata que durante las primeras semanas de enero se registraron temperaturas por debajo de los 5 grados y fuertes vientos en la zona de la Laguna.
Con el objeto de fortalecer las pesquisas que permitieran dilucidar las causas de la muerte de las tortugas, la Profepa sometió la información recabada a especialistas en tortugas, permitiendo con ello conocer más elementos respecto del deceso.
En este sentido, con base en la información de campo recabada por la Profepa se concluye sobre la muerte de tortugas en la Laguna Ojo de Liebre, lo siguiente: