Cerró taller para elaboración de Catrinas
XALAPA, Ver., 14 de febrero de 2015.- El enamoramiento no es exclusivo de alguna edad, tanto jóvenes como adultos se comportan de igual manera cuando creen que encontraron a su “media naranja” e inconscientemente comenten errores porque la mayor parte del tiempo están pensando en esa persona, pero, afortunadamente para algunos, esta etapa no tarda más de 18 a 24 meses.
Si bien la pareja ideal no existe, al menos cinco veces en la vida promedio de un individuo se sienten “mariposas en el estómago”, comentó al respecto el Director del Instituto de Salud Mental y terapeuta de parejas, Alejandro Escalante Varela.
“Básicamente entre los adultos y los jóvenes cuando se dicen estar enamorados tienen el mismo comportamiento. El enamoramiento es una respuesta biológica, está determinado por nuestro sistema nervioso, no existe un número determinado para enamorarse en la vida; digamos que el promedio es como cinco veces a lo largo de la vida”.
LOS ADULTOS SUFREN LAS FRACTURAS SENTIMENTALES
No obstante, cuando finaliza la relación, en lo jóvenes se perciben comportamientos de rebeldía y mal humor (principalmente en la persona que no ocasionó la separación), en los adultos de 40 años en adelante la reacción es de nostalgia o tristeza, por lo que, incluso, se vuelven temporalmente introvertidos.
En tanto, agregó que emocionalmente el daño mayor hacia una persona es descubrir la infidelidad de la pareja aunque, indicó, no es de manera generalizada.
“Hay muchas personas que toleran la infidelidad, es más, comienzan a verlo como algo normal en su relación y pueden minimizar el asunto”.
Además, reveló Escalante Varela, en tiempos actuales cada vez resulta menor el periodo de duración tanto de los noviazgos como de los matrimonios.
“Existe muchos factores que pudieran provocar que las personas no mantengan sus relaciones estables. Hay algunas patologías, particularmente, por ejemplo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en el adulto, se ve mucho que tienden tanto al fracaso académico en la vida adulta, como al fracaso en sus relaciones interpersonales”.
Por ello, aseveró que en el aspecto sentimental de pareja entran en juego muchas circunstancias que hacen menos duraderas las relaciones y también más tortuoso el duelo tras el rompimiento.
“En este caso lo más probable es que se genere un duelo, esto es una reacción normal que tenemos los seres humanos ante las pérdidas, es un elemento que nos sirve para poder adaptarnos a las cosas que vamos perdiendo en el camino, quizá en ejemplo en este caso, es la separación de esa personas con la que se ha compartido parte de la vida”.
EL DUELO
El especialista indicó que el duelo tras la culminación de un noviazgo o divorcio tiene muy caracterizadas sus fases.
“Uno sabe que más o menos el proceso promedio para recuperar el sentido de la vida, por así decirlo, es de dos meses, aunque hay personas que tardan hasta 6 meses en aceptar esa fractura sentimental, tras ese tiempo, se entra a lo que clínicamente conocemos como la fase de negación, le sigue la ira o el enojo, donde afectado se cuestiona el por qué las cosas sucedieron de tal forma, posterior a esa etapa le sigue la depresión y finalmente la resignación, o mejor dicho, la aceptación”.
Entonces, refirió que la comunicación es el elemento rector en una relación de pareja, sin embargo esto tampoco garantiza el éxito de la misma.
CUANDO SE ACABA EL AMOR
Asimismo, sugirió a las parejas que estar atentos a las conductas de su relación, ya que, aclaró, una cosa es tener un altibajo y otra muy distinta la pérdida de interés o el mismo desamor, que efectivamente –afirmó- luego de 2 años de estar con la misma persona ese efecto que provocó el enamoramiento se transforma en desamor.
Por lo anterior, sostuvo, que se debe valorar si vale la pena continuar a lado de una persona que, sencillamente, se desamoró y permanece sólo por costumbre o peor, por conveniencia.
“Aquí es muy importante saber identificar los sentimientos y dejar ir lo que ya no vale la pena. Y también buscar nuevas relaciones de manera sana, es decir, vínculos sanos y no patológicos”.
Reiteró que para evitar malas experiencias sentimentales hay que aprender a identificar el enamoramiento con el vínculo.
“El enamoramiento es esa parte como muy física, de estabilidad, de bienestar, de necesitar a la persona y el vinculo tiene que ver más con una dependencia que se desarrolla por comodidad”.