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MÉXICO, D.,F., 16 de febrero de 2015.- De acuerdo con el estudio ¿Refinar o no refinar? del especilaista Ramsés Pech, las refinerías de México están por debajo en eficiencia de productos obtenidos entre un 29 a 35 por ciento en comparación con las de Estados Unidos, lo que se transfiere en una pérdida de rentabilidad de ventas y ganancias por cada barril refinado y que motivó a que la Refinería Bicentenario no fuera construida por su utilidad marginal a lo largo del periodo.
México produce en su mayor parte crudo pesado por lo que para operar refinerías que requieran menor inversión tendría que importar crudo ligero para incrementar su producción con relación al costo de los barriles de crudo, explica Pech.
“Las refinerías son muy caras, arrancarlas desde cero lleva décadas para llegar a niveles de competitividad”, dice Ana Lilia Moreno, investigadora de CIDAC.
Por esta razón, Pemex se asoció con la holandesa Shell para invertir en la refinería de Deer Park en Texas con el fin de tener acceso a combustible a un menor costo y canceló el proyecto de construir una refinería en Hidalgo, explica Moreno.
Estas decisiones de inversión obedecen a los costos marginales, es decir, el costo de producir una unidad adicional una vez que ya se ha realizado la inversión en infraestructura, según explica Moreno.
Además, la construcción de una nueva refinería enfrentaría una baja disponibilidad de mano de obra especializada en el sector, dice Moreno. (Con información de Milenio)