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MÉXICO, DF, a 11 de abril del 2015.- Hace 32 años partió de este mundo una de las grandes leyendas de la Época de Oro del Cine Mexicano, la actriz duranguense Dolores del Río, considerada una de las grandes divas de nuestro séptimo arte al lado de María Félix.
María de los Dolores Asúnsolo y López Negrete nació un 3 de agosto de 1904 y participó en cine, teatro y televisión. Durante los años 20 y 30 en Hollywood, llegó a ser considerada una de las mujeres más bellas de su tiempo, en esta época realizó películas exitosas como Resurrection (1927), Revenge (1928), Ramona (1928) y Evangeline (1929).
Fue una de las pocas superestrellas de la época muda en adaptarse al cine sonoro en Hollywood brilló con Ave del paraíso (1932), Volando a Río (1933) y Madame Du Barry (1934). Cuando su carrera en Hollywood comenzó a declinar, decidió regresar a México.
Dolores encabezó algunas de las más celebradas cintas de la Época de Oro del Cine Mexicano, donde realizó grandes filmaciones como: Flor Silvestre (1943), María Candelaria (1943), Las abandonadas (1944), Bugambilia (1944) y La malquerida (1949), con lo que logró mantenerse vigente por las siguientes tres décadas.
Hacia 1940, y después de un proceso de desgaste de la relación, Dolores del Río se divorcia de Cedric Gibbons. Posteriormente se vincularía sentimentalmente con el actor y director Orson Welles, a quien conoce en una fiesta en la casa de Jack Warner, y que era diez años menor que ella; por Welles, Dolores abandona su carrera como actriz, apareciendo sólo de manera esporádica.
Ella estuvo a su lado durante la filmación y polémica de su obra maestra: El ciudadano Kane. Welles tenía pensado dirigirla en su debut en el cine mexicano con la cinta Santa, pero el proyecto se canceló, finalmente se filmó en México, en 1943 dirigida por Norman Foster y con Esther Fernández en el papel principal.
A pesar de haberse situado lejos de México, su amistad con destacadas figuras del arte como Salvador Novo, Diego Rivera y Frida Kahlo y del cine como Emilio Fernández, se mantuvo activa.
Dolores regresó a México en 1942, a su llegada le es ofrecido el papel protagónico del filme Flor Silvestre, por Emilio Fernández. La cinta reunió a un exitoso equipo cinematográfico que consistió en Fernández, el fotógrafo Gabriel Figueroa, el guionista Mauricio Magdaleno y Dolores y Pedro Armendáriz como estrellas.
Posteriormente filmará el que es considerado como una de las obras maestras de Emilio Fernández: María Candelaria, filme que también contribuye a acrecentar el culto a Dolores como máxima diva del cine mexicano en 1943. Dolores se vuelve símbolo nacional en México. Sin embargo su trabajo con ‘El Indio’ tuvo que suspenderse por un amor no correspondido que comenzaba a crear dificultades y un ambiente de tensión.
En 1958 Ismael Rodríguez logra reunirla, en el filme La cucaracha, con María Félix, en un momento considerado como crepuscular en la época de oro del Cine Mexicano.
En 1960, Dolores del Río, finalmente regresó a Hollywood. Ella protagonizó junto a Elvis Presley el film Estrella de Fuego, dirigida por Don Siegel. Presley la recibió con un ramo de flores y le dijo: «Señora, yo sé perfectamente quién es usted. Es un honor trabajar con una de las leyendas más grandes y respetadas del Hollywood clásico. Como usted va a ser mi madre en la película, quiero pedirle permiso para que mi oftalmólogo me haga unos lentes de contacto que imiten el color de sus ojos». Dolores de inmediato le tomó al joven Presley afecto materno.
En 1966, actuó por primera vez en Italia, con Sofía Loren y Omar Sharif en la película C’era una volta, producida por Carlo Ponti. Del Río consideró rechazar la película debido a la brevedad de su personaje, pero el director, Francesco Rosi, insistió en que desempeñara el papel de madre de Shariff.
Durante la decadencia de la época dorada, su trabajo fílmico es cada vez más escaso, sin que éste hecho niegue la calidad de sus interpretaciones. La última película protagonizada por Dolores es The Children of Sánchez, en la que trabajó con Anthony Quinn y Katy Jurado, entre otros.
Pero además Dolores del Río destacó por su aportación a la sociedad, sobre todo en beneficio de los niños fue una de las fundadoras del Festival Internacional Cervantino de Guanajuato, y fue parte de la mesa directiva de la Sociedad Protectora del Tesoro Artístico de México.
Obras benéficas
A través de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), el grupo denominado ‘Rosa Mexicano’ nació con el propósito proteger a la niñez y a la mujer artista.
El 8 de enero de 1970, Dolores, apoyada por Carmen Montejo, Silvia Pinal, Amparo Rivelles, Gloria Marín, Irma Dorantes, Anita Blanch, Socorro Avelar y otras actrices de renombre, fundaron esta facción, cuyo uno de sus mayores logros fue la creación de la Estancia Infantil ‘Dolores del Río’, que se encuentra en las inmediaciones de la Segunda Sección de Chapultepec.
Desde los años 60 Dolores comenzó a experimentar complicaciones con la artritis. En 1978, le es diagnosticada osteomielitis. En 1981, es diagnosticada con Hepatitis B, como consecuencia de una inyección de vitaminas contaminada.
Hacia el año de 1983 comenzó a experimentar problemas de salud y es trasladada a la ciudad de Newport Beach, California, donde murió a la edad de 77 años el 11 de abril del 1983. Ese mismo día había recibido una invitación para aparecer en la próxima entrega del premio Oscar de la Academia Americana.
Su muerte le permite dar el paso consagratorio en la historia de la cinematografía. Un día después de que sus cenizas llegaron a México, fueron trasladadas a la Estancia Infantil, donde se le rindió un homenaje, donde se colocó un busto en su honor. Originalmente, sus restos fueron depositados en el Panteón Dolores de la Ciudad de México.