Mujeres más propensas a trastornos mentales en la región Tulancingo

TULANCINGO, Hgo., 24 de mayo de 2015.- En la región, el Módulo de Salud Mental atiende mensualmente  aproximadamente a 200 pacientes nuevos que presentan desórdenes mentales. Al mes, atienden a 700 usuarios y de esos, 200 acuden por primera vez.

Lo anterior, lo confirmó el jefe de la Jurisdicción Sanitaria 2, César Gutiérrez Chávez,  quién mencionó que este tipo de enfermedades son atendidas en los centros de Salud de Nicolás Bravo, Cuautepec, Singuilucan y Santiago Tulantepec.

Informó que mayormente las personas que recurren al módulo sus edades oscilan entre 20 y 40 años, de las cuales un 60 por ciento son mujeres y un 40 por ciento varones; de ese total, son muy pocas en menores de edad, aproximadamente  50 atenciones mensuales.

Son diversas patologías, explicó el funcionario, ya que no existe alguna específica, “tiene que ver con un secreto profesional sobre el diagnóstico de los pacientes”, dijo.

De manera general, son desórdenes mentales, problemas de conducta, violencia intrafamiliar, depresión, problemas de inseguridad, déficit de atención y terapias de pareja.

Pese a que cuentan con un módulo fijo e integral de Salud Mental en el Centro de Salud “Nicolás Bravo” Tulancingo, Gutiérrez Chávez aseguró que solo es un centro de referencia en cuanto al tema de suicidio.

“No atendemos a personas que tengan intentos de suicidios, se canalizan al centro estatal de una unidad especializada de Salud Mental”, reiteró.

Actualmente, el Módulo  cuenta con  cuatro psicólogos de atención clínica, un psiquiatra,  sexólogo y demás personal calificado.

La recuperación depende mucho del enlace del paciente, ya que el tratamiento psicológico no es solo de una sesión, porque en promedios son 10 consultas para su pronta rehabilitación.

“Además, depende mucho del apego que tenga el familiar, factores sociales, económicos”, explicó.

En todos los centros de salud de los cuatro municipios se  tiene un módulo de Salud Mental, donde no en todos los casos es atendido por un psicólogo, pero si tiene el conocimiento  el médico o la enfermara que tiene a cargo el módulo, si detectan algún problema con el paciente hacen la referencia.

Reiteró que los tratamientos son voluntarios y la familia debe estar alerta a los cambios de conducta habitual.