Topógrafo corneal portátil incubado en la UNAM
WASHINGTON, EU, 19 de junio de 2015.- A días de que el Papa Francisco presentara la «Laudato si», la encíclica en la que llama a una revolución cultural para salvar al planeta del calentamiento global, se suman las voces que, desde la ciencia, auguran que no le queda mucha más vida al mundo.
En un artículo resumido por Infobae el ingeniero y escritor estadounidense David Auerbach recuperó una teoría esbozada en 2010 por el reconocido microbiólogo australiano Frank Fenner.
El científico, que a lo largo de su trayectoria fue fundamental para erradicar la viruela, y que recibió condecoraciones como el Premio Mundial de Ciencias Albert Einstein y una Medalla de la Organización Mundial de la Salud, sostuvo que el planeta colapsaría hacia el 2100.
No es que la Tierra sencillamente desaparecería, sino que las condiciones ambientales harían imposible la vida para muchas especies, incluido el ser humano.
Las claves explicativas de su hipótesis son la superpoblación, la destrucción del medio natural y el cambio climático.
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