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TULA DE ALLENDE, Hgo., 19 de agosto de 2015.- En este momento, integrantes del comité de obra del dren pluvial de la colonia El Salitre de Tlahuelilpan, denuncian anomalías en los citados trabajos.
Acusan que el alcalde Jaime Moreno Contreras, ha hecho caso omiso a sus quejas, además de que denuncian complicidad del edil con la empresa ADZ en la ejecución de los trabajos.
Exigen cumplimiento del contrato del dren, ya que temen que con la mala calidad de la obra, en la colonia El Salitre vuelva a suscitarse una gran inundación como la de 2011 en que el agua alcanzó niveles de hasta 2.5 metros y medio de altura.
Por tener incontables deficiencias estructurales derivadas de la mala ejecución de obra del dren pluvial de la colonia El Salitre, municipio de Tlahuelilpan, integrantes del comité de contraloría de las labores, anunciaron que solicitarán a las instancias correspondientes la demolición de los 518 metros lineales que constituyen hasta ahors los trabajos hidráulicos.
Incluso, los encabezados por José Luis Pérez Copca, presidente del comité de obra vecinal, expusieron en conferencia de prensa que tantas deficiencias presenta el dren que hace un par de semanas, la mayor parte de la asamblea municipal, a excepción del alcalde Jaime Moreno Contreras, determinaron la clausura temporal de las labores.
Esto hasta en tanto la empresa ADZ construcciones y su representante Antonio Mendoza Díaz, se responsabiliza de las anomalías en cuanto a los trabajos, aceptando que por las correcciones a la obra, que hasta ahora ha tenido un costo de 13 millones de pesos, no se les otorgue centavo alguno.
Lo anterior porque casi desde que comenzó la ejecución del dren, le hicieron ver a la constructora, al ayuntamiento y al presidente municipal, que la obra es de deficiente calidad ya que no se siguieron al pie de la letra las especificaciones estipuladas en el expediente técnico de los trabajos.
Situación por la que lo único que exigen es que se cumpla al 100 por ciento con el contrato que signó la empresa con el gobierno local, a fin de que se les entregue una obra de calidad, que verdaderamente dure más de dos décadas funcionando y que evite grandes inundaciones en la colonia, como la ocurrida en 2011, en la que el agua de lluvia alcanzó hasta 2.5 metros de altura.