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MÉXICO, DF, 19 de octubre de 2015.- En la casa había letreros de “te amo papá” escritos por tres niñas que ayer murieron presuntamente asfixiadas por su padre.
Las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) apuntan a que el abogado Ángel Salvador, de 41 años, asfixió por estrangulamiento a sus hijas de 7, 9 y 11 años de edad, además de su esposa, también abogada, Lidia Aidée, de 39 años.
La tragedia familiar ocurrió en su domicilio ubicado en la casa 1 del 181 de avenida San Jerónimo, colonia La Otra Banda, delegación Álvaro Obregón.
Los peritos encontraron tres hojas de una carta aparentemente escritas por Ángel Salvador en las que explica la angustia de no poder superar la crisis económica que los llevaría a la quiebra.
Después de asesinarlas, el hombre, presuntamente aquejado por las deudas, también se quitó la vida en su jardín con un tiro en el rostro.
A las seis de la mañana, cuando la trabajadora de limpieza llegó al hogar para preparar el desayuno de las niñas y alistarlas para llevarlas a la escuela, encontró los cuerpos y notificó a la policía.
En la habitación matrimonial estaban los cuerpos de Lidia Aidée junto con el de su hija de 11 años. Las otras dos menores estaban en su cuarto. Peritos refirieron que las bocas y narices de las mujeres tenían espuma por la asfixia.
En el jardín se encontró, cerca de la mano del padre, el revólver con un cartucho percutido. Fuentes policiales refirieron que no hubo rastros de saqueos, ni puertas forzadas. Únicamente evidencias de forcejeo entre el padre y la madre.
Afuera del domicilio estuvieron estacionados la camioneta y el automóvil de la marca Mercedes Benz que usaba la pareja, al igual que una camioneta de servicios periciales de la Procuraduría donde los cinco cuerpos fueron trasladados al anfiteatro de la delegación Álvaro Obregón.
El portero del fraccionamiento dijo que la familia había llegado a las 01:30 horas, posiblemente de una fiesta, y que los padres de las niñas no parecían disgustados.
Los familiares que acudieron refirieron que él era un hombre amoroso y hogareño, además de señalar que estaban enterados de sus problemas económicos, pero no consideraban que pudiera llegar a tomar esa medida trágica.
Los abuelos de la familia lloraron y expresaron su dolor por la pérdida de las niñas.
La casa, ubicada en una exclusiva cerrada, reflejaba un ambiente familiar donde predominaban los juguetes de las niñas.
En el pasillo estaban acomodadas tres pequeñas bicicletas, además de la decoración de una calabaza anaranjada alusiva al Halloween en la entrada de la puerta.
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