Hidalgo, solidario con los programas sociales: Julio Menchaca
TULA DE ALLENDE, Hgo., 2 de noviembre de 2015.- Artesanos establecidos de la zona arqueológica Tula (ZAT), acusaron en reciente entrevista que los guardias de seguridad privada asignados al recinto para cuidar que no se susciten anomalías en el área tolteca, lejos de cumplir con su tarea, ellos mismos fomentan e incluso brindan protección a vendedores ambulantes que timan y extorsionan al turista.
Llamaron al administrador de la zona, Alejandro Gasca Cruz, a frenar las irregularidades propiciadas por el ambulantaje de los morraleros, o a de una vez por todas definir si el comercio a pie de pirámide es permitido para también salirse de sus locales.
Denunciaron que la seguridad privada se vende por unos refrescos o cervezas, e incluso tunas y panes que venden los ambulantes, por lo que reiteraron su inconformidad y advirtieron que si no se soluciona no tendrán más remedio que unirse al caos y que no aceptarán que los quiten hasta que no retiren a los morraleros.
Aprovecharon el espacio para llamar al nuevo delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia en la entidad (INAH), Juan José Arias Orozco, a acudir al recinto ceremonial tolteca a presentarse y a compartir con ellos su plan de trabajo, ya que hasta ahora no lo ha hecho.
Lo instaron a que se aplique verdaderamente en solucionar las problemáticas de la zona arqueológica, mismas que Rodolfo Palma Rojo no pudo corregir, en más de 3 años y medio al frente de la delegación.
Entre las cuales como se dijeron anteriormente se encuentra, la práctica irregular de los morraleros y el ambulantaje, la protección que los guardias de seguridad privada brindan al comercio informal, el saqueo “a ojos vistos” del antiguo complejo ceremonial, así como la falta de mantenimiento de la zona que da mala imagen al turismo.