Ráfagas: ¿Malos manejos en la Comisión de Búsqueda de Personas?
MÉXICO, DF, 17 de noviembre de 2015.- Siria y su nueva historia a raíz de los sucesos recientes en Paris, nos confirman una vez más como con la manipulación de las masas a través de los predominantes medios de comunicación, se puede llevar de la mano la opinión pública mundial en torno a eventos que aunque están del otro lado del globo, no nos son ajenos ni podemos o debemos ignorarlos.
El silencio que se impone por parte de los voceros de estos medios cuando se habla de las víctimas, es muy distinto dependiendo del lugar donde se lleven a cabo. Lo que hoy estamos viviendo con esta nueva edición del “11 de septiembre francés” es también, y lo sabemos, la justificación que el gobierno galo necesita para de inmediato comenzar a bombardear indiscriminadamente a un país que vive una complejidad geo-política como pocos, pero cuya población en general no es culpable de delito alguno. Llevamos ya varios días viendo y escuchando día y noche sobre los brutales asesinatos de más de 150 personas en la ciudad luz y de registrar opiniones de líderes de todo el orbe, condenando dichos ataques. El mundo se dice conmocionado, y no es para menos, toda perdida humana es lamentable, y más aún bajo las terribles condiciones en que esta matanza se gestó, sin embargo a la hora de exponer cifras de muertos cuando es a la inversa y se trata de un atentado al cual nunca llaman así, y lo califican como “Ataque a posiciones de adiestramiento terrorista”, o “Bombardeo quirúrgico a centros de operaciones enemigos” que han tenido lugar en esa región tan mencionada y lejana pero de la que muchos ni siquiera tienen idea de su ubicación y a la que se le llama comúnmente como “Mundo Árabe”, contrasta con el dramatismo del manejo de la información, puesto que no se dice cuántos muertos civiles, mujeres, niños y hombres inocentes son masacrados en esos ataques indiscriminados.
En síntesis, las victimas mortales estadounidenses o europeas son muertos de primera, pero si los asesinados son árabes, latinoamericanos o africanos, son bajas sin importancia, muertos de tercera. ¿Entendemos esta problemática como mexicanos? No. Desafortunadamente como país, carecemos todavía de un nivel de conciencia, el mismo que nos tiene cegados de los abusos tanto de los gobiernos internos como de los sucesos internacionales que a querer o no, en un entorno globalizado, no nos es ajeno, aunque no nos demos cuenta.
En el caso de los ataques en Paris, en primer instancia y casi de inmediato, se responsabilizó al grupo extremista ISIS quien supuestamente horas después se atribuyó el ataque, pero antes de continuar, vale la pena entender qué es ISIS: El Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) pasó de ser una simple facción de la red terrorista Al Qaeda a convertirse en lo que los países de occidente consideran una inmensa plaga que ha estremecido a la comunidad internacional amenazándolos a todos.
Este nuevo grupo terrorista dispone de dinero, armas, recursos y cuenta con innovadores sistemas de combate y reclutamiento. Sus soldados no tienen miedo a la muerte y están dispuestos a todo. Pero la pregunta obligada es ¿Cómo logran financiar sus actividades?
El Estado Islámico es considerado como el grupo terrorista más rico y con más recursos del mundo. En sus inicios fue financiado por “personas” de países árabes como Qatar y Arabia Saudita y con los años ha ampliado sus redes de financiación con la venta de petróleo y gas, altos pasajes a los refugiados, impuestos recaudados en sus territorios, secuestros y extorsiones; o por lo menos eso es lo que los medios han manejado, sin embargo hace apenas poco más de un año, Edward Joseph Snowden ex consultor tecnológico estadounidense, informante, antiguo empleado de la CIA que ha sacado a la luz información clasificada que tiene en jaque a los países “occidentales”, reveló que la inteligencia estadounidense, británica y los servicios secretos israelíes, conocidos como Mosad, fueron quienes crearon esta organización terrorista capaz de atraer a todos los extremistas del mundo a un sitio, usando una estrategia llamada ‘el nido del avispón’
De acuerdo con documentos publicados por Snowden, «la única solución para la protección del Estado judío es crear un enemigo cerca de sus fronteras». Las filtraciones revelaron que Abu Bakr Al Baghdadi, el líder del Estado Islámico, tuvo entrenamiento militar intensivo durante un año entero en manos del Mosad, además de cursos de teología y oratoria.
Se cree que la milicia del Estado Islámico que opera en Irak y Siria controla 2,000 millones de dólares y se compone de 10.000 combatientes, lo que permite a este grupo combatir exitosamente contra el Ejército iraquí y así intentar controlar una región que se extiende desde la ciudad de Alepo en Siria, hasta las ciudades de Faluya, Mosul y Tal Afar en Irak.
Sabemos quiénes los crearon. ¿Acaso no son entonces los responsables por omisión o incluso cómplices de los tan mencionados recientes atentados?