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PACHUCA, Hgo., 5 de enero de 2016.- Investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) produjeron aroma a rosas a partir del lactosuero que desechan en la cuenca lechera del estado, a fin de dar solución a la contaminación del medio ambiente.
La investigación denominada «Valorización de lactosuero para la producción sustentable de dos fenil etanol» fue realizada como proyecto de tesis por Laura Conde Báez, egresada del doctorado en Ciencias Ambientales de la casa de estudios.
«Lo que nosotros buscamos fue una alternativa para ese residual y mediante el uso de microorganismos produjimos un aroma a rosas, que es el dos fenil etanol», expresó la joven investigadora.
Lo anterior es resultado de utilizar un microorganismo para hidrolizar la lactosa del suero y después inducir la ruta bioquímica para producir el olor a rosas, refirió Conde Báez.
La experta de la universidad hidalguense precisó que para hacer la ruta fueron utilizadas técnicas analíticas como la cromatografía de gases y la resonancia magnética nuclear, esta última dio un plus al trabajo respecto a la investigación científica.
A diferencia del aroma a rosas que hoy en día es sintetizado químicamente y genera contaminación porque contiene ácidos y reactivos tóxicos, dicha investigación ofrece una solución a ese grave problema porque carece de esas sustancias.
«El lactosuero tiene de 50 a 60 gramos por litro de lactosa y es lo que más contamina, entonces, nuestro tratamiento logró reducir en 95 por ciento ese contenido. De un inicio se redujo lo que llamamos la demanda química de oxígeno con lo que medimos la contaminación», subrayó en un comunicado.
La investigadora indicó que el trabajo está en proceso del registro de dos patentes y el siguiente paso será hacer la transferencia hacia las empresas para que esté en escala manufacturera.
En el proyecto participaron los investigadores Javier Castro, Roberto Villagómez y Carlos Gómez Aldapa de la UAEH, además de José Paéz Lerma, especialista del Tecnológico de Durango.
De acuerdo con los científicos, 80 por ciento de suero de leche que ya no ocupan las queseras de Tulancingo, Hidalgo, es vertido sin tratamiento al ambiente y el porcentaje restante es utilizado para consumo animal u otra actividad.