Lanzan convocatoria para artistas hidalguenses Intervención Gráfica 3.1
PACHUCA, Hgo., 19 de abril de 2016.- Como un reconocimiento a su trayectoria, y su trabajo en el periodismo y la literatura, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), entregó una distinción al escritor hidalguense Ignacio Trejo Fuentes, en la Sala “J. Pilar Licona Olvera” del Centro Cultural Universitario “La Garza”.
Ignacio Trejo expresó su emoción al recibir el reconocimiento por parte de la Universidad del estado que lo vio nacer, luego de que el presidente de la Feria Universitaria del Libro (FUL), Marco Antonio Alfaro Morales, entregó el galardón al también periodista.
“Nací en Pachuca, pero ya no lo vuelvo a hacer”, manifestó Ignacio Trejo al recordar la ciudad de la capital hidalguense que él conoció previo a irse a estudiar en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Trajo a la memoria algunas anécdotas de su niñez y compartió que nunca probó los pastes, en su lugar prefería las famosas “chalupas” que era el platillo tradicional de La Bella Airosa.
Ante alumnos y profesores refirió que en sus libros ha hecho viajes por ciudades, como la Ciudad de México, lugar que aparece en varias ocasiones en sus relatos. Sin embargo, el texto que dedicó a su ciudad natal fue «El vaquero más auténtico que existe», libro que hace un recorrido por la capital hidalguense, que será retomado por el cine alemán próximamente.
Mencionó que jugaba para el Club de Fútbol Pachuca. Un lunes le avisaron que ya sería registrado ante la Federación, pero dos días después le llegó la carta de aceptación para realizar sus estudios universitarios, siendo el periodismo el camino que tomó, una decisión que marcó su vida y que lo llevó posteriormente a dedicarse a la escritura.
Consideró a la crónica literaria como el género que más le gusta abordar, pues consideró, “es la frontera exacta entre el periodismo y la literatura”. Comentó que en sus obras presenta crónicas con historias descabelladas que nadie puede creer. Indicó que ha hecho ejercicios de realizar crónica y luego volverla cuento, como la historia de una señora de 64 años que le ayudaba en las labores del hogar, quien le contó que era novia del bolero del barrio que tenía 74 años. “Me acuerdo de eso porque le puse a mi crónica Cuando tenga 64 años”.
“Yo no puedo escribir historias de hadas ni para niños, la violencia son mis historias, no me pregunten, pues no lo sé”, señaló. Aconsejó a quienes deseen dedicarse al periodismo o a la escritura hacerlo con pasión, siendo la lectura la mejor herramienta para desarrollarse.