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Libros de ayer y hoy
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de noviembre de 2016.- El mundo permanece estupefacto; de hecho no salen de su asombro personas, políticos, países y cientos de aventurados y petulantes periodistas que confiados en su “experiencia”, aseguraban que el mal chiste llamado Donald Trump, no llegaría a ser siquiera candidato por parte del Partido Republicano, y ya que esto se consumó, aseguraban que la posibilidad era tan remota, que el tiempo que durarían las campañas, sería tan solo una pesadilla que no se convertiría en realidad debido a la abismal distancia que la candidata Demócrata tenía como ventaja y a que obviamente el pueblo estadounidense había ya evolucionado en cantidad suficiente como para haber dejado atrás esas mayorías racistas y torpes que cegadas por su poca educación y su insensibilidad, solo 2 o 3 décadas atrás podrían haber consumado la victoria de un personaje más cercano a la locura y la imagen de un dictador.
Esos periodistas de varias edades, que ahora saben que tienen mucho que seguir aprendiendo, se cuentan por decenas y el que esto escribe, humildemente reconocer ser el primero en la lista.
Podríamos citar cualquier cantidad de razones para justificarnos, incluyendo que no somos pitonisos, sin embargo quienes tomamos el riesgo de asegurar un resultado, debemos tragarnos nuestras palabras y apechugar. He aquí mi mea culpa en torno al suceso político mundial más increíble e inesperado en muchos años.
¿Y qué sigue? Ante la inédita inestabilidad que no permite predecir a ciencia cierta las acciones del virtual nuevo Presidente de los E.U.A., las reacciones son muchas y muy diversas. Recién declaró en entrevista a la BBC que iniciaría deportando entre 2 y 3 millones de indocumentados con algún “record criminal”, cuando comienzan también a tomar fuerza dos iniciativas que en otro escenario, realmente serian consideradas poco serias, pero que no pueden ser ignoradas. Una de ellas, la menos formal pero que en las redes está causando sensación, es donde grupos de personajes del mundo de la cultura, las artes y el periodismos canadienses, están invitando a personas en los estados costeros del Pacífico de Estados Unidos, como California, Oregon y Washington, donde Trump perdió, para separarse de Estados Unidos y unirse a Canadá.
Mensajes en Twitter como: «Queridos California, Oregon y Washington – Estoy seguro de que podemos trabajar algo si quieren unirse a Canadá», de Chad Harris, un reportero British Columbia, o «Washorefornia, yo por ejemplo os aceptaré con los brazos abiertos en el seno liberal de Canadá», de Alex Middleton, de Alberta, son muestra de lo que muchos comienzan a contemplar como una opción proponiendo que es el momento de que Canadá se prepare para agregar 3 provincias, Washington, Oregón y California, con lo que harían crecer la economía de manera exponencial al sumar la mayor economía estatal estadounidense a la suya. Una fusión con los estados del Pacífico duplicaría la población de Canadá de 35 a 83 millones, mientras que triplicaría el PIB de $ 1,5 billones a $ 4,5 billones de dólares americanos.
Por otra parte, una idea con muchas más posibilidades y apoyo tangible, que incluso impulsa ya un referéndum para el 2019, es Yes California, la iniciativa del #Calexit que pretende en ese año llevar a cabo la independencia y consecuente secesión de California, del resto de los Estados Unidos
California es por sí misma, la sexta economía más grande del mundo; Es más poderosa económicamente que Francia, tiene una población mayor a la de Polonia y compite con muchos países, no sólo con los otros 49 estados de la unión americana a muchos de los cuales subsidia en momentos en los que su infraestructura está cayendo a pedazos, sus escuelas públicas están clasificadas entre las peores en todo el país y tienen el mayor número de personas sin hogar que viven sin refugio, entre otras necesidades básicas.
Esta propuesta no es un capricho coyuntural; La iniciativa esgrime dos argumentos lógicos y de peso como verdades fundamentales: California ejerce una influencia positiva sobre el resto del mundo, y podría contribuir mejor, como un país independiente de lo que es capaz de hacer como solo un estado de los Estados Unidos.
¿Seguiremos atestiguando grandes cambios y sucesos en los próximos años?