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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de diciembre de 2016.- De todos los momentos vividos por Rafael Tovar López Portillo, hijo mayor del fallecido secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, el más importante y significativo fue la madrugada del 10 de diciembre en el lecho de su muerte.
“Su muerte fue un reflejo de su personalidad: serena, elegante, discreta y pudorosa, como el gatopardo.
Se fue tranquilo y en absoluta paz”, expresó al dedicar un mensaje durante el homenaje luctuoso a su padre en el Centro Nacional de las Artes. Incluso en su muerte, Tovar y de Teresa honró el lema de familia que reza: “una buena muerte honra toda una vida”, dijo al referir que con verlo a los ojos en silencio se dijeron muchas cosas, mientras su vida se apagaba.
En el caso de su padre no sólo será su fallecimiento el que honre el lema, sino el amor que profesó por México y dejó en su esposa, hijos, nietos, hermanos, amigos y colaboradores.
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