No alcanza
“Sí”, si no controla pero de ya, su problema demográfico
Ante las promesas de campaña que a cabalidad ha ido cumpliendo el nuevo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, parece que México y el mundo en general está condenado al apocalipsis de una u otra manera, ya sea que a este impredecible señor se le ocurra apretar el botoncito rojo, provoque una guerra y aniquile al mundo de una vez por todas, o que este se vea aniquilado a largo plazo por la hambruna provocada por sus nuevas políticas proteccionistas.
Pero quitando de en medio la primera posibilidad, en la cual no podríamos hacer absolutamente nada, en general Trump no está equivocado en la mayoría de sus políticas que ya se han convertido en ordenes ejecutivas, él ya alcanzo a vislumbrar que este mundo esta sobrepoblado y que ante esta situación su obligación es velar en primer lugar por su país; él se está preocupando por mejorar su seguridad interna y el bienestar económico de su población; y está dejando que el resto de los países del mundo sean los que se preocupen cada uno de sus propias tribulaciones, que yo en lo personal pienso, es también lo que México debería hacer.
Pero si Donald Trump ya se dio cuenta de que en su propio país ya existe una sobrepoblación no sostenible, propiciada principalmente por la reproducción indiscriminada del sector latino y el arribo de inmigrantes legales e ilegales en general y está tomando medidas para controlarla; ¿Acaso en México nadie se ha dado cuenta de ese problema que también nos aqueja, pero en grado superlativo; y por qué nadie ha hecho nada para controlarla?
Pues en lo que respecta al sector gubernamental, creo que ha sido porque lo único que siempre le ha interesado es tener masas empobrecidas que sean fácilmente controlables a cambio de apoyos para su subsistencia, sin considerar que en un momento dado esas masas iban a tomar conciencia de su situación y se les iban a revertir con fenómenos como repudio gubernamental a través de voto electoral adverso, manifestaciones ciudadanas pacíficas o violentas y delincuencia generalizada.
A los partidos políticos, porque en lugar de tomar un discurso de concientización para empezar a reducir el problema, han omitido este; y para tener mayor cantidad de votantes simulan identificarse con sus necesidades y dejan que sea otro partido el tarugo que aborde el tema de que sufrimos de una sobrepoblación, para poder irse sobre del partido político con un discurso de que se está atacando al sector popular y así ganar adeptos para sus ambiciones políticas, importándoles un pito el bienestar real nacional.
Al clero católico, cuya religión es mayoritaria entre la población creyente mexicana, porque ha difundido y malinterpretado el dogma CRECED Y MULTIPLICAOS; porque el Libro del Génesis 1:20-26 solo dice:
20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. 26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Y no existe en ningún sitio de la Biblia cita alguna, de que los seres humanos debieran crecer y multiplicarse también; esto más bien ha sido aprovechado por esos prelados para frenar el control de la natalidad, sin permitir que los feligreses en este tema utilicen su inteligencia y libre albedrio.
Al sector empresarial, porque les ha convenido el que existan millones y millones de solicitantes de empleo para unas cuantas vacantes en un mundo industrial cada vez más automatizado, a los cuales les pueden pagar salarios de hambre y restringir sus exigencias laborales.
A la población machista masculina, especialmente la de más baja cultura, que en la mayor parte del mundo y específicamente en México es preponderante en la toma de decisiones familiares por dos razones; una el mantener permanente embarazada a la mujer por temor a infidelidades y dos, el pensar que tener muchos hijos les van a ayudar en el futuro a ganar dinero.
Y a la población femenina, especialmente a la de más bajos ingresos, que saben que en la actualidad, entre más hijos tengan, más apoyos gubernamentales van a recibir y basan en eso su sustento familiar; situación que debería ser totalmente inversa, ya que el concepto que el gobierno debería incentivar es la procreación de un solo hijo por familia, al cual se le podrían ofrecer garantías de salud, alimentación, educación hasta nivel profesional y trabajo posteducativo; en lugar de promover la procreación de seres humanos que en la actual situación mundial parecen estar condenados a la hambruna y a parar muchísimos de ellos en el crimen organizado y en alguno de los penales de este país.
Para mayor información de cómo se podría lograr lo anterior sin tener que recurrir a abortos, eutanasias, guerras ni genocidios, le invito a la lectura gratuita de mi ensayo por internet que desde el año 2013 ya prevenía de esta situación. http://uff.yasomosdemasiados.mx/
Pero todo lo anterior no se corrige solo, hace falta que nuestro presidente de la Republica Enrique Peña Nieto tome su papel de líder de este país, pague los posibles costos políticos; y así como ha empezado a tomar medidas en el sector económico y social para combatir las políticas de Trump que afectan a nuestra nación, también tome con valentía la batuta para formular políticas y convencer a los pobladores de este país de que si no empezamos, pero de ya, a frenar nuestro crecimiento poblacional, México está irremediablemente condenado a su apocalipsis.
¿O usted qué opina?