(W) Ecos Sindicales: Operación Panal
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de abril de 2017.- Ciertamente la lista de las argucias que a lo largo de la historia han sido utilizadas por distintos gobiernos e imperios para simular la realidad y justificar acciones condenables, es larga y fructífera. Desde Roma hasta la actualidad, son muchas las víctimas y poco reconocidos los victimarios debido a la máxima que afirma qué “La historia la escriben los vencedores”, lo cual ciertamente genera visiones parciales y tendenciosas de los sucesos que se han dado históricamente.
Una muestra de ello en la actualidad es lo que vemos constantemente en campañas de ataque y desprestigio permanente hacia países como Cuba, Venezuela, Ecuador, Siria, Afganistán y varios otros. En cambio y aun siendo difundidas imágenes y testimonios por muchos medios de las atrocidades que comete el estado israelí y su ejército genocida en contra de la población palestina a la cual han masacrado y le han ido robando su territorio, prácticamente nadie, o muy pocos medios han tenido el valor de decirlo públicamente. Esto viene a colación porque durante los últimos días el país más belicoso del mundo, los Estados Unidos y su altamente inestable presidente han tomado la iniciativa de bombardear a Siria con argumentos muy inciertos pero con razones mucho más probables como el hecho de aprovechar para distraer la atención de sus múltiples problemas internos y aminorar con ello la presión que han generado sus deslenguadas declaraciones y sus poco inteligentes acciones.
Esto a su vez produjo ya reacciones a nivel global, especialmente con países gobernados por líderes de mecha corta como Corea del Norte, país que por cierto jamás ha atacado a otro, y cuyo dirigente Kim Jong Un, ya amenazó a su homólogo estadounidense, Donald Trump con responder de manera devastadora en caso de ser agredidos por la nación norteamericana que dicho sea de paso, tiene por costumbre asimilarse como la policía del mundo y se toman atribuciones que muchas veces se pasan por el arco del triunfo las restricciones que al efecto son establecidas por la ONU y otros organismos internacionales para controlar y regular, supuestamente a las naciones.
¿Podemos culpar a los países que reaccionan de esa manera ante lo que llaman el abuso del poderoso?
Decían los antiguos que “La burra no era arisca, sino que la hicieron a palos”. Los números son contundentes al respecto:
Desde su creación, Estados Unidos de América ha invadido unos 70 países y desde 1945, alrededor de cincuenta. La lista es extensa y este catálogo está basado en el trabajo del estudioso norteamericano, el Dr. Zoltan Grossman, autor de “From Wounded Knee to Libya: a century of U.S. military interventions” (De “Rodilla Herida” a Libia: Un siglo de intervenciones militares estadounidenses): Pueblos indios americanos, México, Nicaragua, Fuerzas estadounidenses deplegadas contra norteamericanos (GuerraCivil), Argentina, Chile, Haití , Hawái, China, Corea, Panamá, Filipinas, Puerto Rico, Guam, Samoa, Honduras, RepúblicaDominicana, Alemania, Rusia, Yugoslavia, Guatemala, Turquía, El Salvador, Italia, Marruecos, Francia, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, India, Birmania, Micronesia, PapúaNueva Guinea, Vanuatu, Austria, Hungría, Japón, Irán, Uruguay, Grecia, Vietnam, Líbano, Irak, Laos, Indonesia, Camboya, Omán,Laos, Angola, Granada, Bolivia, IslasVírgenes, Liberia, SaudiArabia, Kuwait, Somalia, Bosnia, Zaire, Congo, Albania, Sudán, Afganistán, Yemen, Macedonia, Colombia, Pakistán, Siria, Uganda, Mali y Níger.
¿Los motivos? Siempre el expansionismo, el abuso de los recursos naturales de terceros, el control geopolítico y la erradicación de gobiernos con ideales distantes a los suyos, entre otros. El resultado de estas acciones poco difundidas daría para una gran producción de la hipócrita industria de Hollywood; 82 millones de muertes evitables producto de privaciones, muertos que no tenían que haberse producido, asociadas con países ocupados por EEUU en el periodo tan solo posterior a 1945.
Por eso vale la pena preguntarse, ¿A quién le podemos creer?