No alcanza
GRAN BATALLA…
Tal como era previsible, la jornada electoral efectuada éste 4 de junio en la que salieron a votar los electores del Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz, para elegir gobernador en las tres primeras de éstas entidades y 212 presidentes municipales en tierra jarocha, dejó muy en claro lo intensa que será la batalla electoral del 2018, pues a pesar de que aún no hay cifras definitivas, los números que arrojan el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y las Encuestas de Salida, muestran diferencias realmente mínimas entre el primero y segundo lugar en cada una de las contiendas por las gubernaturas.
Pero por razones de sobra fue la elección del Estado de México la que más atrajo la atención, primero por ser la entidad con el mayor número de pobladores en todo el país y porque tiene el segundo padrón electoral más grande, también porque el EdoMex es el terruño del grupo político en el poder al cual pertenece el presidente de la República Enrique Peña Nieto y porque erróneamente hay quien considera que quien gane la entidad mexiquense, tiene ganada la presidencia de la República.
Dicha concepción es bastante errónea, porque si bastara con ganar el gobierno del Estado de México para obtener la titularidad del ejecutivo federal, pues ya no habría elecciones federales, ni en el resto de los estados.
Pero no es así; el Estado de México es una entidad en ruinas en muchos aspectos, en seguridad, en presupuesto, en pobreza, en muchas cosas; Y ya sea que se confirme el triunfo de Delfina Gómez, candidata de MORENA a la gubernatura o que el resultado final favorezca al priista Alfredo del Mazo, la diferencia entre uno y otro no superará el 5%, así es que gane quien gane, no lo hace de manera contundente y ninguno llega ni siquiera al 40% de los votos en su favor, es decir, que aun el ganador o ganadora, lo hace con casi las dos terceras partes de los sufragios en contra.
DELFINA Y ALFREDO…
Hasta el cierre de ésta edición, tanto Delfina Gómez de MORENA, como Alfredo del Mazo del PRI, que participó en coalición con Nueva Alianza, el Verde Ecologista y Encuentro Social, se habían declarado ganadores de la contienda, sin tener resultados firmes, es más, sin siquiera un avance considerable del PREP, con lo cual ambos abonaron de manera importante a la incertidumbre, a empañar el proceso e incrementar la tensión en el Estado de México, porque no esperaron los tiempos y porque no permitieron que fuera el Instituto Estatal Electoral el que informara como debía ser.
Ninguno de los dos actuó de manera democrática, porque un demócrata respeta las reglas y entre estas está la que define que el Instituto como Organismo Público Local Electoral, es el único facultado para decir quién ganó y quién no; si lo hace otro, se le resta certeza al resultado final y se pone en duda la legitimidad de cualquiera de los dos que haya ganado, porque el otro igual dijo que lo había hecho.
COAHUILA Y NAYARIT…
En Coahuila y Nayarit la situación no fue muy diferente; en el primero de estos estados, el PRI y su candidato a gobernador Miguel Riquelme se declararon ganadores, como también lo hicieron Guillermo Anaya y el PAN; en tierra nayarita, Manuel Cota del PRI y el panista Antonio Echavarría fueron un poco más prudentes y coincidieron en que aun no era momento de celebrar un triunfo, porque correspondía a los órganos electorales el decir la última palabra respecto a los resultados.
Coahuila es una entidad importante en materia político-electoral en México, no sólo por ser un estado grande, sino porque además su gobierno ha sido un ejemplo de lo más rancio del priismo nacional; en los últimos 12 años ha sido gobernado por los hermanos Humberto y Rubén Moreira Valdés y con razón o sin ella, el primero de estos, que además de gobernador ha sido dirigente nacional del PRI, es visto por muchos como un ejemplo de corrupción, engaño y muchísimos males, que ni los coahuilenses ni el resto de los mexicanos queremos.
Nayarit no es tan importante electoralmente hablando, el priista Manuel Cota parece ser el ganador, pero si acaso lo es Antonio Echavarría, entonces sí cobra una mayor importancia el resultado, solo por ser la primera vez que se lograría la alternancia en esa entidad.
Aunque estamos a muchos kilómetros de distancia, a un sector del priismo hidalguense le llama mucho la atención el resultado que pudiera haber logrado el PRI en Coahuila, pues hay quien asegura que, por ser esposa del actual gobernador coahuilense, Rubén Moreira, este impactará de manera importante en las aspiraciones que tiene la diputada federal Alma Carolina Viggiano Austria, de lograr la candidatura al Senado de la República por Hidalgo.
UN ENGAÑO…
Mientras autoridades estatales y municipales insisten en su discurso en que Pachuca sigue siendo una ciudad segura, los hechos de las últimas semanas en las que no hay día en la que no se registre un robo con violencia, asalto u otro ilícito de alto impacto, hacen creer que en realidad vivir en la capital hidalguense se está convirtiendo en un gran peligro para toda la población.
La situación es grave, porque a lo que se conoce todos los días a través de los medios de comunicación, se suma lo que no se sabe, pero que de manera global hace ver un escenario mucho más delicado. Un ejemplo lo es la información que esta semana circuló a discreción, en el sentido de que fue detenido uno de los involucrados en el secuestro de una joven alumna de la preparatoria número 1 de Pachuca ocurrido hace 4 meses y que ello llevó finalmente a su localización ya sin vida.
La información no deja lugar a dudas en torno a si es cierta o no, por supuesto es verídica y es muy lamentable, pero lo es más porque al impedir la autoridad que se conozcan datos en torno a secuestros u homicidios como el de la joven estudiante, se confirma como un engaño la afirmación de que todo está bien y Pachuca es segura, como lo presume la alcaldesa Yolanda Tellería.