No alcanza
PACHUCA, Hgo., 26 de febrero de 2018.- Las listas de candidaturas de representación proporcional de algunos partidos para renovar el Congreso de la Unión, como lo mencionamos la semana pasada, han generado comentarios, análisis y críticas acerca de los perfiles, estrategias, y objetivos que explicarían la integración de personajes polémicos.
Entre las reacciones a dichas publicaciones, podemos comentar las que se refieren a las dudas de muchos electores de cómo votar, por quién votar, o bien, no votar. Esto, porque en todas las opciones políticas se han suscitado hechos cuestionables sobre actos de corrupción, así como de “asilo” a presuntos delincuentes.
Ante lo gris del escenario electoral, se van cerrando las opciones claras para los electores, en tanto por una parte la autoridad electoral invita a informase y razonar el sentido del voto, y por la otra, parece que los protagonistas políticos se empeñan en cerrar la ventanilla de recepción de adeptos ciudadanos.
En ese contexto, si las propuestas se ven opacadas por los cuestionamientos de los candidatos y de la gente que los rodea, entonces la participación activa y positiva de la ciudadanía, eventualmente, podría disminuir, y generarse una ola de abstencionismo o de promoción de voto nulo.
Ciertamente, en las campañas vemos y escuchamos las propuestas y plataformas electorales, pero en la misma medida, o más, incluso, los equipos de los contendientes se encargan de generar puntos negativos de los demás, a fin de mover los números de las encuestas.
En otro punto, los malabares de cada ideología política constituyen confusiones al momento de verificar los orígenes de cada opción política; sobre todo para los electores que han votado desde 1988 bajo la convicción de haberse identificado con los valores de cada partido.
Ahora, muchos de esos electores se encuentran dudosos de mantener la fidelidad del sufragio, pues es la primera vez que en la elección presidencial se une la parte conservadora con la liberal; es decir, si en el pasado se votó para que se mantenga el castigo al aborto, si vota por la coalición en la que se encuentra su partido favorito, estaría votando por el matrimonio entre personas del mismo sexo. Así el tamaño de la incertidumbre electoral.
Pero también se confunde a quienes tenían la seguridad de votar por opción que le ofrece honestidad valiente y esperanza, dado el reclutamiento de un par de personajes de probidad cuestionada, precisamente, por actos de corrupción.
O bien, confundidos aquellos electores que por fin han verificado que su partido, cuya imagen semeja a la bandera nacional, no ha realizado las acciones que le mandatan sus documentos básicos; por el contrario, han atestiguado las omisiones de su legado institucional.
En suma, la reflexión de la semana se encamina a la falta de luz orientadora para los electores confundidos, o para los electores de la nueva generación. Habrá que esperar al inicio de las campañas, pero nuestro deber ciudadano es poner atención, informarnos, y decidir la opción que convenga al país; pero lo mejor siempre será acudir a votar.
Mi twitter: @oscarpasquel