No alcanza
PACHUCA Hgo., 28 de febrero de 2018.- El nombre de Napoleón Gómez Urrutia (“Napito”), que de líder minero tiene lo que yo podría presumir de cardenal de la iglesia católica, ha sido mencionado nuevamente como viable candidato a una senaduría representando al omnímodo dueño del partido Morena y como prófugo de la justicia por escamotear a mineros de Cananea, Sonora, 55 millones de dólares.
El absurdo “dirigente” de marras, con ciudadanía canadiense adquirida después de años refugiado en ese país norteamericano, tiene larga cola que le pisen, pero tal parece que el manto milagroso de López Obrador lo protegerá de sus inicuas maniobras sindicales pues conseguirá fuero si lo eligen senador.
¿QUIEN ES NAPITO?
Napoleón Gómez Urrutia es hijo de Napoleón Gómez Sada, “Don Napo”, que dominó durante 40 años el Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SITMMSRM), integrado por 140 mil obreros durante las décadas 1950-1980.
Gómez Sada realizó maniobras, antes de morir, para dejar el rancio liderato a su hijo, Napoleón Gómez Urrutia, doctorado en Oxford, que sin haber trabajado un solo día en las minas, con militancia falsa avalada por su padre se adueñó de la secretaría general del gremio.
Su entronización provocó disidencias en el seno del comité ejecutivo nacional y se acrecentó cuando Napito Gómez se embolsó 55 millones de dólares, producto de un fideicomiso creado para resarcir a jornaleros de la minera de Cananea.
Los afectados denunciaron los hechos, se realizaron las investigaciones y la consignación ante los jueces, uno de los cuales emitió órdenes de aprehensión contra Gómez Urrutia, quien abandonó el país hace años y se refugió en Canadá, donde obtuvo la ciudadanía.
SINDICATO MINERO DIVIDIDO EN TRES
El otrora poderoso sindicato minero está reducido a mínima cuantía, a consecuencia del cierre de minas, de la subcontratación– amparada por la Ley Federal del Trabajo— y la ausencia de liderazgo. Actualmente hay tres sindicatos mineros.
Uno que conserva las siglas de su creación: SITMMSRM, dirigido a control remoto por “Napito” como lo llaman sus correligionarios, con no se sabe cuántos agremiados.
Otro gremio, denominado sarcásticamente Sindicato Nacional Minero Metalúrgico «Don Napoleón Gómez Sada» (SNMMDNGS), con ocho mil obreros, encabezado por Carlos Pavón Campos, antiguo y muy cercano servidor de “Don” Napoleón y desde siempre cómplice del vástago Gómez Urrutia.
Y la tercera fracción del viejo sindicato, intitulada Alianza Minera, con varias secciones del norte del país que aglutinan doce mil jornaleros la preside un ex colaborador y actual acérrimo enemigo del prófugo Gómez Urrutia.
En Pachuca, cuna del sindicalismo minero, la moribunda sección 3, perteneciente al SITMMSRM, es fiel a “Napito”, con unos cien trabajadores. En Zimapán, donde la actividad minera es constante, desaparecieron las antiguas secciones sindicales debido a la subcontratación.