Así no, presidenta
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de abril de 2018.- Hace aproximadamente tres meses comentaba en esta columna sobre la gran importancia de las elecciones intermedias de los Estados Unidos a realizarse el próximo 6 de noviembre, cuando los estadounidenses votarán para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. El hegemónico es el partido republicano, mismo que controla actualmente ambas cámaras, lo cual es imprescindible para avanzar la agenda legislativa de Trump.
Es por eso que es mal timing para el posible despido del fiscal especial Robert Mueller, el cual es uno de los mayores miedos políticos que existen actualmente por las repercusiones electorales que esta decisión presidencial traería. Para muchos analistas republicanos despedir a Mueller incitaría una reacción negativa en estas elecciones intermedias, lo que le podría costar al partido republicano el control de la Cámara Baja del Congreso convirtiéndose así en la peor pesadilla para el futuro político de Trump.
Lo que la comunidad latina tanto desea, un eventual crecimiento del partido demócrata en la Cámara Baja sería catastrófico para los conservadores republicanos. Este cambio de poder convertiría a la Cámara de Representantes en un cuerpo de investigación de todos los movimientos y decisiones de Trump, por lo que con los demócratas teniendo en su poder las riendas de los 21 comités de investigación de la Cámara Baja, la vida política de Donald estaría en la mira por lo que quedara de su gobierno y lo ataría de manos ante tantas locuras que ha propuesto.
Refiere esta semana La Opinión, que a diferencia del avance de la agenda legislativa, la supervisión ejecutiva puede ser procesada por una sola cámara. Tomar el control de la Cámara Baja empoderaría a los presidentes de los comités demócratas para perseguir agresivamente todos los aspectos de los intereses personales y políticos del magnate.
Hay 21 comités de la Cámara Baja que otorgan a sus presidentes el poder de citación. Algunos requieren una votación del comité y/o una consulta con el miembro del partido minoritario, pero ninguno otorga a la minoría el poder de vetar la investigación. Un comité de la Cámara puede iniciar consultas en cualquier área dentro de su jurisdicción. Esta autoridad investigadora, y el poder de citación a través del cual se hace avanzar, han permanecido mayormente inactivos en este gobierno debido al control republicano de la Cámara Baja, y es por esta razón que las próximas elecciones de este 6 de noviembre son vitales para Trump y su futuro político.
En un abrir y cerrar de ojos todo puede cambiar dejando al polémico presidente a merced de los demócratas y, por qué no decirlo, de una posibilidad justiciera de apellido Karma.