(W) Ecos Sindicales: Roberto Zerón Sánchez
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de mayo de 2018.- Dentro de 30 días al celebrarse las elecciones del 1 de julio para nombrar presidente de la República seremos testigos de la culminación de una de varias campañas en las que ha participado gran parte del electorado mexicano.
Andrés Manuel López Obrador lleva ventaja en las encuestas de esta semana que lo ubican en 52 por ciento de las preferencias, el doble de Ricardo Anaya, con 26 por ciento.
Como en México todo es Posible, contra todos los pronósticos el candidato del PRI José Antonio Meade podría ser primero en la votación, gracias al “milagro defraudador”, como sucedió hace seis años con el “milagrero” Enrique Peña Nieto.
La historia política rebosa de acontecimientos antipopulares, imposiciones, robos y fraudes. A continuación, nos obsequiamos con sucinta relación de los porcentajes “milagreros”.
LA ERA DE LOS FRAUDES MILAGROSOS
En los comicios de 1929, al ser creado el Partido Nacional Revolucionario (PNR), patrocinado por el “milagrero” expresidente Plutarco Elías Calles, éste señaló como candidato al ingeniero Pascual Ortiz Rubio, quien tuvo como oponente al ex secretario de Educación Pública, José Vasconcelos.
En las elecciones se impuso la fuerza violenta de los abuelos de los actuales priistas. El fraude fue cometido con todas las agravantes. A Ortiz Rubio le otorgaron 1 millón 947 mil 448 votos—93 por ciento—y a Vasconcelos, 110 mil 979—5.42 por ciento–.
En las elecciones del 7 de julio de 1940, Juan Andrew Almazán, candidato del Partido Revolucionario de Unificación Nacional (PRUN), 151 mil 101 votos– 5.7 por ciento–, Manuel Ávila Camacho, del Partido de la Revolución Mexicana (denominación anterior a la de Partido Revolucionario Institucional), 2 millones 476 mil 641 votos– 93.89 por ciento de la votación.
LOS PORCENTAJES MILAGREROS
En 1946, Miguel Alemán, del nuevo PRI, con 1 millón 786 mil 901 votos—77.9 por ciento– se hizo del poder sobre Ezequiel Padilla, a quien le adjudicaron 443 mil 357 votos—19 por ciento–.
Seis años después, en 1952, en la disputa entre Adolfo Ruiz Cortines, del PRI, y el general Miguel Henríquez Guzmán, del Partido Federación de Partidos del Pueblo de México, al primero le dieron 2 millones 713 mil 745 votos—74 por ciento—y al segundo, 579 mil 745 sufragios—15.88 por ciento.
EL FRAUDE CONCEDIDO
En las elecciones de 1988, todo mundo sabía que el ganador absoluto había sido Cuauhtémoc Cárdenas, pero con las argucias de Carlos Salinas de Gortari, avalado por el presidente Miguel de la Madrid y la complicidad del PAN, declararon triunfante a éste con 9 millones 641 mil 329 votos—50 por ciento–, contra 5 millones 956 mil 988 sufragios—31 por ciento– para el “convencido” Cárdenas.
LA MATA SIGUIÓ DANDO…
Un sexenio después no se dieron refutaciones al logro de Vicente Fox, del PAN, sobre Francisco Labastida, del PRI, aunque si dieron mucho de qué hablar los comicios de 2006, en los que participaron Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón, quien ganó la presidencia sólo por 233 mil 831 votos, obteniendo un total de 15 millones 284 sufragios—35.91 por ciento–, contra 14 millones 756 mil 350—35.29 por ciento–.
En 2012 el PRI postuló a Enrique Peña Nieto, a quien, dictaminó el “milagrero” Tribunal Federal Electoral, los votantes lo favorecieron con 19 millones 226 mil 784 votos—38.20 por ciento–, contra los 15 millones 896 mil 999 votos –31.57 por ciento—de Andrés Manuel López Obrador.
NI A FAVOR NI EN CONTRA
En la campaña electoral que culminará el 1 de julio hay cuatro candidatos, tres de tres coaliciones: Meade, Anaya, López Obrador y el solitario Bronco Calderón Rodríguez. Aparte de AMLO, ¿Quién de los tres sobrantes será ungido por el milagro defraudador?
Ni a favor ni en contra, pero López Obrador posee hasta el momento todos los factores a su favor, pero, ¡aguas!, que los “milagreros” andan sueltos.