Otorgan amparo a exalcaldesa de Pachuca
PACHUCA Hgo., 9 de junio de 2018.- Desde hace 10 años, Diego Durán y su esposa Adriana se dedican a fabricar artesanías en forma de hongos y venderlos en el centro histórico de Pachuca; el dinero que obtienen lo utilizan para solventar sus gastos y mantener en pie su proyecto de vida, pero en muchas ocasiones, el regateo es un obstáculo para sobresalir en el mercado local.
«Creamos piezas de cerámica en forma de hongos, hacemos diseños prehispánicos, hidalguenses, algunos comerciales y los combinamos con la gama de colores huicholes, tratamos de expresar nuestros sentimientos y experiencias en un honguito», detalló Diego Durán, mientras dibujaba trazos y líneas en una de sus piezas artesanales.
Tan solo para realizar una de estas piezas siguen un proceso que puede tardar más de una semana; en un molde vierten el material cerámico y esperan a que se seque, después comienzan con el lijado y unen las piezas, para finalmente detallar la figura.
El siguiente paso es pintar la pieza con un color neutro y comenzar con el diseño a lápiz para disminuir el margen de error a la hora de pintarlo con acrílico.
«Tengo una idea en mente, pero cuando termino veo que queda un diseño totalmente diferente, pero es importante tener un idea para poder plasmar», argumentó.
Diego y Adriana estudiaron en el Instituto de Artes (IDA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), y con la intención de aplicar los conocimientos que obtuvieron eb sus talleres de escultura, grabado y pintura surgió este proyecto al que le llamaron «Hongos Visionarios».
Estas pequeñas figuras las venden desde los 70 pesos hasta los 400, dependiendo el diseño y tiempo invertido para crearla, pero pocas veces obtienen la ganancia que quisieran, ya que el regateo es algo que desde un inicio tuvieron que enfrentar.
«Que se den la oportunidad de observar nuestro trabajo con detenimiento, que no vean que es cualquier cosa y que no nos regateen, eso nos frena mucho y creen que una artesanía es cualquier cosa, pero que se detengan a ver el proceso, aunque no se lo lleven y que reconozcan que es un trabajo artesanal», fue la petición que realizó.
Su ideal es trascender en el estado e incluso llegar a tener su propia marca de artesanías, por ahora vende sus productos en las calles de la capital, principalmente en las plazas y centros históricos.