
Ráfagas: No dan una en la CDHEH
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de octubre de 2018.- El más reciente estudio de este 2018 realizado por el Instituto de Política Migratoria (Migration Policy Institute), arroja datos muy interesantes: Habiéndose cumplido 40 años de un crecimiento sostenido de la población migrante mexicana en los Estados Unidos, esa constante finalmente inició una notoria desaceleración desde el 2010, fenómeno que en repetidas ocasiones hemos consignado en esta columna. Más aún, este estudio refiere que no solo se detuvo el crecimiento, sino que el número de mexicanos migrando hacia los E.U.A. comenzó a decrecer desde 2014, teniendo su etapa más marcada entre 2016 y 2017, con una reducción poblacional cercana a las 300 mil personas.
Se calcula que actualmente se ha pasado de 11.6 millones a 11.3 millones de migrantes nacidos en México y de los cuales, poco más de la mitad son indocumentados, lo que modifica los datos de los flujos y tendencias de migración que han cambiado drásticamente desde el año 2000, confirmando los datos arrojados por el estudio que también indica que muy cerca del 60% de los migrantes de origen mexicano, llegaron a la unión americana antes de ese año y que a partir de ahí se ha dado una disminución gradual y sostenida de la citada migración. El estudio en mención expone algunos motivos que justifican este fenómeno, al menos en teoría. Dos de los más evidentes e irrefutables son el reforzamiento de la seguridad fronteriza estadounidense a niveles sin precedentes desde el año 2001, y la marcada diminución en el índice de natalidad en México; Sin embargo esgrime otra razón altamente improbable, “la mejoría de la economía mexicana”, basada en información incorrecta e irreal que proporcionan fuentes gubernamentales mexicanas con la intención de maquillar la realidad.
Extraoficialmente y sin que sea mencionada por análisis alguno, tenemos un factor adicional que pueden atestiguar varios cientos de miles. Me refiero a la inédita ofensiva de deportaciones que se lanzó ininterrumpidamente durante los 8 años de la administración de Barack Obama quien alcanzó números que rondan los 2 millones de deportados y que incluso aumentó en su rigidez en la presidencia de Donald Trump sumando 400,000 en tan solo18 meses y con la abierta colaboración del gobierno mexicano.
Un dato clave de la importancia que reviste a la comunidad migrante mexicana es el envío de remesas que según información del Banco Mundial, en 2017 mandaron a México un total aproximado de 30 mil 600 millones de dólares, esto aún a pesar de la marcada disminución en el flujo migratorio mexicano y de sus números decrecientes, que paradójicamente mantienen a la población inmigrante de origen mexicano como la más numerosa en los Estados Unidos con la cuarta parte de los 44,5 millones de inmigrantes.