Rescata Profepa a jaguar en Pacula en estado de salud crítico
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de octubre de 2018.- Es un hecho la crisis económica que priva en varios países centroamericanos, especialmente en Honduras, situación que mantiene vigente y creciente el éxodo de migrantes de este y otros países hacia los Estados Unidos y que forzosamente cruzan por territorio mexicano buscando llegar a nuestra frontera norte para de ahí intentar cruzar.
Son cientos, algunos miles, al menos cuatro mil o algo más. Llegaron desde el viernes 19 de octubre a la frontera sur de Guatemala con México y encontraron algo que no es común ver pero que si esperaban. Rejas cerradas en el cruce y un nutrido grupo de granaderos y policías federales mexicanos que solo contuvieron al contingente por un rato, en los que las arengas y la motivación los lanzó a derribar la reja y entrar empujando cuanto estaba a su paso. Pasaron sobre la valla metálica, haciendo a un lado a no pocos policías e incluso casi sobre algunos de ellos mismos peligrosamente a manera de estampida puesto que muchos llevaban cargando infantes. Hombre y mujeres de todas las edades, niñas y niños incluyendo algunos de brazos. La gran mayoría cruza a pie por el puente, pero algunos otros se arriesgan a cruzar por el río Suchiate, nadando o pagando hasta 25 pesos por persona para ser cruzados en improvisadas balsas hechas con cámaras de llanta y tablones. Todos escapando del monstruo del hambre, la desesperanza y la violencia de sus países.
Entender a estos hermanos latinoamericanos no es difícil y menos para quienes hemos sido también migrantes. No se arriesgan por gusto, es sin duda una acción desesperada, tanto como lo ha sido para millones de mexicanos que han buscado opciones dignas de vida en el vecino país del norte. Bartolo Fuentes ex diputado en Honduras, es sin duda, clave en esta caravana, según citan diversas fuentes periodísticas que lo ubican en su condición de periodista social, íntimamente ligado con el tema de la migración desde hace varios años y considerado como el líder más visible que alienta a los migrantes hondureños quienes son también organizados por sus coordinadores de zonas de origen.
La pregunta es quien y como se está financiando esta caravana y con qué motivos, y no pocas voces calificadas aducen que este suceso parece más un plan orquestado por Donald Trump para pasar ante su electorado como un presidente duro que cumple sus promesas y que por tanto incluso merecería la reelección al «defender» los intereses de sus gobernados.
¿Alguien podría acaso descartar esta posibilidad y pensar cándidamente que la hipótesis sea descabellada cuando estamos justo a dos semanas de que se lleven a cabo las elecciones intermedias estadounidenses en las cuales Donald Trump se juega no solo el futuro de la predominancia del partido que lo postuló, sino incluso como repetidamente lo hemos comentado en esta columna, la posibilidad de concluir su presente y controvertido mandato?
El presidente Trump mantuvo este domingo su rechazo a la caravana de migrantes principalmente hondureños que intentan llegar a su país y a quienes les advirtió que aquellos que logren cruzar la frontera serán deportados sin contemplaciones. De hecho el también magnate, presionó públicamente al gobierno mexicano para que impidiera el cruce de los migrantes, exigencia que sumisamente se cumplió de manera frustrada, y declaro que “Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar que el ataque de extranjeros ilegales crucen nuestra frontera sur, y deberán pedir asilo primero en México, pero si no lo hacen los EEUU los rechazarán”.
Con el timing que lo caracteriza, el Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador prometió apoyo y protección para quienes transiten por México y mencionó que cuando asuma el cargo como presidente otorgará visas de trabajo a migrantes para que tengan alternativas ante las condiciones que los orillan a dejar sus países y agregó: “Vamos a ofrecer empleo, trabajo también a migrantes centroamericanos; es un plan que tenemos, que el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo, va a tener una visa de trabajo. Estamos viendo eso, no atender el asunto solo con deportaciones o con medidas de fuerza, sino dando opciones, alternativas”.
Dos días después de esa declaración, el mismo 19, la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero aseguró que AMLO, quiere no solo dar empleo a los mexicanos, sino también a los migrantes centroamericanos para la construcción de algunas obras importantes como el Tren Maya y se les ofrecerían visas a los migrantes centroamericanos para realizar estas labores, así como para apoyar en labores de medio ambiente. Según publica Milenio, Sánchez Cordero destacó: “Vamos a dar visas de trabajo, vamos a construir el Tren Maya, el Tren Transístmico, vamos también a plantar cuatro millones de árboles, vamos a darle trabajo a nuestros mexicanos y a migrantes que vengan a nuestro país con el tema de construir también para México algo importante”.
Por otro lado, tristemente también entre los mexicanos hemos constatado actitudes xenófobas y discriminatorias hacia los migrantes centroamericanos a quienes tachan de sucios, criminales y varios otros calificativos insultantes, tal y como suele suceder con nuestra gente cuando son criticados por lo peor de la sociedad estadounidense y varios de sus peores y mas racistas gobernantes. Como sociedad y pueblo hermano estamos obligados a ser solidarios y participar en la búsqueda de soluciones y no caer en el cáncer que representa la segregación, el ataque inhumano y la discriminación que tanto daño ha hecho a los nuestros en los Estados Unidos. Merecemos y debemos ser una sociedad sensible, mucho mejor y más evolucionada que aprende de su sufrimiento y de los errores ajenos.
Es de vital importancia volteara ver hacia Latinoamérica y entender que mucha de la problemática que causa este éxodo es derivada de la explotación y el abuso de siglos por parte de los países primermundistas a los que irónicamente estos autoexiliados pretenden llegar, replicando el mismo fenómenos de árabes y africanos hacia Europa. El mundo no puede continuar fingiendo una hipócrita ceguera ante las causas sin prever o plantear soluciones a las consecuencias.