Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de diciembre de 2018.- Vaya ráfaga de promesas, en el discurso de toma de protesta de Andrés Manuel Lopez Obrador como presidente de México. El Sol de México en su portada expone en 20 frases la personalidad mesiánica del jefe del ejecutivo, siempre dispuesto a promover la esperanza entre sus seguidores.
Me canso ganso. No me voy a reelegir. Yo ya no me pertenezco. No habrá huachicoleo. Me comprometo a no robar. Se construirá el tren maya. No es mi fuerte la venganza. Se acabará con la corrupción. Todos nos vamos aportar bien. Tampoco vamos a endeudar al país. Se crearán 100 universidades públicas. Vamos a promover el bienestar del alma. Se respetara la autonomía del Banco de México. No habrá necesidad de incrementar impuestos. Con ustedes me van hacer lo que el viento a Juárez. Privatización ha sido en México, sinónimo de corrupción. Se acabara la vergonzosa tradición de fraudes electorales. No se condenará a quienes nacen pobres a morir pobres. Se respetaran los contratos suscritos por los gobiernos anteriores. Dos millones 300 mil jóvenes serán contratados para trabajar como aprendices.
A la par del discurso, envío mensajes que puedan interpretarse de que él sí será diferente, como el arribo al Congreso de la Unión en un automóvil Jetta. El discurso tácito de Andrés Manuel es verdaderamente eficaz, aunque contradictorio. Dejo claro que su gobierno no castigara la impunidad que otros crearon. Acción que le hará perder popularidad pública en el corto plazo.
Ya desde el sábado amanecimos en otro país. La ex residencia presidencial la abrió al público, convirtiéndola en museo, y puso en venta el avión oficial. Dos simples acciones encaminadas a demostrar que su gobierno estará alejado de los privilegios que acompañaron a los funcionarios durante décadas.
En este espectáculo llamado la 4ta transformación, el respetable no es fácil de engañar. Ni paciente. El Presidente Lopez Obrador tendrá que cumplir pronto todas las promesas de campaña, y velar por que su equipo no trasgreda la austeridad republicana que tanto pregona.
Necesita urgentemente resultados, so pena de que su imagen se venga a pique. El presidente no puede gobernar con ocurrencias y frases de templete. ¡Me canso ganso!