Así no, presidenta
CIUDAD DE MÉXICO 10 de diciembre de 2018.- Como ya es sabido un alud obradorista, cambio la distribución del poder político en todo el país, no todo el mérito es del hoy presidente de México, también influyo en gran medida el alto rechazo al partido gobernante, el PRI. Los ciudadanos se volcaron a las urnas para votar y botarlos del poder, el descalabro fue tal, que les costo tiempo entender las causas que motivaron el voto masivo a favor de Morena, nulificando la otrora aplanadora priista y su estructura de movilización.
En las próximas elecciones en Hidalgo, se renovarán las 84 presidencias municipales, la recomposición política regional tienen una importancia mayúscula de alto valor estratégico para los grupos políticos en la entidad. Lo que estará en juego es el predominio y control de la geopolítica en la entidad.
Ante el escenario político nacional, donde la predominancia del partido de Lopez Obrador, se producirá una nueva contienda con los mismos actores, pero en un escenario de 84 municipios. La elección dará lugar a la recomposición de los liderazgos regionales. Contienda en la que lleva mano el inquilino del cuarto piso de gobierno, las acciones emprendidas a favor de los hidalguenses, el cumplimiento puntual del plan estatal de desarrollo e inclusive los logros realizados arriba de lo esperado. Lo colocan en el animo de los hidalguenses que ven con buenos ojos lo que ha hecho en beneficio de las familias de nuestro estado.
En la próxima contienda municipal, la selección de los candidatos tendrá que volcarse obligadamente a la voluntad de los militantes y simpatizantes tricolores. En algunos municipios los candidatos deberán ser elegidos por consulta a la base, en otros será por consulta de delegados yen otros piden el elegido sea designado desde lo más alto de la estructura tricolor.
La elección del 2 de julio pasado en el distrito de Tulancingo, es un claro ejemplo de lo que no debe hacerse. A pesar de que en la votación presidencial fue el distrito que menos votos aporto a López Obrador, suceso que por cierto obedeció al arraigo familiar de la esposa del entonces candidato del PRI, José Antonio Meade; y no a los liderazgos locales.
El partido Morena avasallo prácticamente tres a uno, el hoy diputado local, José Antonio Hernández Vera obtuvo 35,173 sufragios contra los 13,290 del candidato tricolor.
La designación de la candidatura en Lorenzo Arroyo Márquez provoco tal desencanto y desinterés de los electores, que motivo un rechazo en las urnas con los resultados ya conocidos. La realidad es que en ese municipio de manera permanente los grupos de poder y elites locales se disputan el control del municipio, y buscan hacer prevalecer los intereses de grupo sobre los colores y partidos. Sin prestar atención a las inquietudes ciudadanas.
Un elemento clave para las próximas elecciones, que puede descarrilar las previsiones es sin duda la participación ciudadana, que puede romper las encuestas, los supuestos y conjeturas. Existen antecedentes de la movilización ciudadana a favor de candidatos populares. Los tulancinguenses han quebrado cacicazgos y el control hegemónico, como fue el caso del entonces candidato perredista Ricardo Bravo Delgadillo, quien fue elegido presidente municipal para el periodo 2006 – 2009.
La sociedad es cada vez más participativa, y valora duramente los perfiles,contrasta proyectos y propuestas.
Hace unos días el politólogo y lingüista Noam Chomsky, autor del libro “Armas silenciosas para guerras tranquilas”, donde detalla las 10 estrategias de la manipulación mediática; expreso en entrevista al diario español El país, que “la gente ya no cree en los hechos. Si nadie hace nada por mí, por qué he de creer en nadie.Además se percibe menos representada. Dando como resultado una mezcla de enfado y miedo”.
En Tulancingo como en otros municipios del estado, la gente tiene esperanza, y esta dispuesta a luchar por quien los represente adecuadamente. El problema estriba en que los nombres que ya suenan en el municipio, se encuentran contaminados de origen por la ascendencia con el presidente municipal, Fernando Pérez Rodríguez, a quien le reprochan duramente que les ha quedado a deber, además de haberse desviado del camino originalmente trazado.
Pérez Rodríguez se ha sumado a otros ex personajes políticos del municipio, a quien la sociedad tulancinguense ya no quiere ni saber de ellos.