(W) Ecos Sindicales: Operación Panal
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de diciembre de 2018.- El gobierno de Andrés Manuel López Obrador apenas cumple un mes y ha sido blanco de distintos cuestionamientos y acusaciones por parte de diferentes sectores por temas controversiales como el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y el accidente fatal del senador panista Rafael Moreno Valle y la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, los cuales no han sido atendidos de la mejor manera en el aspecto comunicativo por parte del gobierno federal.
Aunque Andrés Manuel López Obrador arribó a Palacio Nacional como uno de los presidentes con mayor legitimidad en los últimos años, desde los primeros días de su mandato ha sido cuestionado por distintas acciones y declaraciones que han dejado inconformes principalmente al sector que no votó por él y que aprovecha los vacíos comunicativos para arremeter en su contra.
Si bien es cierto que López Obrador anunció la austeridad republicana, en el último mes ha abierto distintos frentes, pues con la reducción salarial a los servidores públicos de los poderes de la Unión provocó la molestia del Poder Judicial que por primera vez en varios años salió públicamente a defender sus ingresos, mientras que otros cientos de servidores públicos se han amparado contra la Ley Federal de Remuneraciones para Servidores Públicos.
A este frente se sumó el famoso PEF que presentó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), pues en el documento se presentaron varias reducciones que afectaron a distintos sectores como las universidades públicas que inmediatamente manifestaron su rechazo a la disminución en sus recursos, por lo que el propio mandatario federal tuvo que recular y ofrecer una disculpa por los errores presentados en el paquete presupuestal para que se mantenga por lo menos el mismo recurso para las instituciones de educación superior.
Sin embargo, otros sectores no corrieron con la misma suerte y se anunció un recorte para otros rubros como la ciencia y tecnología en un 12,6 por ciento, así como para el deporte, la cultura, las organizaciones civiles y programas de atención para las mujeres y pueblos indígenas y el gobierno federal no supo comunicar apropiadamente en qué y cómo se ejecutará el presupuesto.
Además, el único vocero del gobierno federal es el presidente de México, quien ha seguido con una estrategia de acaparar los reflectores diariamente por medio de conferencias de prensa matutinas en Palacio Nacional que son similares al modelo que empleó cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México, pero que en esta ocasión se ha involucrado directamente con los detractores con respuestas que no deben competer a un presidente en funciones.
Los secretarios del gabinete han sido relegados y la única importancia ha recaído directamente en el presidente, que, aunque es el jefe del Ejecutivo, debe delegar funciones para atender temas que no deben ocupar el tiempo del mandatario como las falsas acusaciones sobre su presunta responsabilidad por el accidente aéreo en el que falleció Moreno Valle y Erika Alonso, pues únicamente este modelo de comunicación ha servido para polarizar más entre los seguidores y detractores del actual gobierno y esto a su vez puede desgastar rápidamente la imagen del mandatario en un sexenio que apenas está comenzando.
Los estrategas en comunicación del nuevo gobierno tienen que aconsejar correctamente al mandatario para evitar entrar en discusiones vanas que no abonan a la construcción inclusiva que pretende realizar la nueva administración, aunado a que deben tomar nota de los ejemplos de anteriores presidentes como Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto cuyos gobiernos se debilitaron por crisis que no atendieron correctamente principalmente en el aspecto comunicativo.
Pese a que el principal distintivo del nuevo gobierno es la apertura del presidente con los medios de comunicación, esto también puede ser un arma de doble filo, pues puede desgastarse la imagen de López Obrador en crisis que se presenten en su sexenio y que los estrategas deberán pensar diariamente en cómo atenderán los cuestionamientos de la opinión pública, aunado a que las redes sociales seguirán incrementando su presencia en el espectro demográfico nacional.
Nota aparte: Los primeros cien días son cruciales para cualquier gobierno para dar una muestra de lo qué se hará durante todo el sexenio, por lo que se han dado a conocer distintos anuncios y hay muchos temas esparcidos en la agenda pública, por lo que la llamada cuarta transformación deberá saber cómo atenderá estas temáticas.