(W) Ecos Sindicales: Razonamiento Matemático
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de enero de 2019.- Difícilmente podríamos imaginar la coincidencia de un aniversario más negro que el del logrado por el polémico gobierno del magnate Donald Trump, quien cumplió este pasado domingo 20, su segundo aniversario al frente de la unión americana, pero además condimentando su festejo oscuro con el hecho de tener secuestrada a su nación como víctima de su obstinado capricho por el que busca a cualquier precio los fondos gubernamentales para la construcción del muro fronterizo, sí ese muro que materialmente no puede ser construido con los recursos que pide por costar al menos 150% más, y porque no podría terminar de ser edificado en los dos años que le restan de gestión, pero que a él, Trump, le sigue representando el principal argumento de su campaña política permanente de cara a la posible reelección que con seguridad buscaría de poder concluir su cuatrienio.
Y tal como citan diarios estadounidenses, el problema es que después de 30 días del cierre de la Administración gubernamental no hay visos de solución, y con duras críticas presidenciales hacia los demócratas por no aceptar su propuesta de financiamiento del muro en la frontera con México, Trump sigue elevando su retórica migratoria. Todo o nada.
Fiel a su costumbre, desató su frenética actividad en Twitter, desde donde cargó contra la líder de la mayoría demócrata en la Cámara Baja. “Nancy Pelosi y algunos de los Demócratas rechazaron mi oferta ayer antes de que incluso yo hablara. No ven el crimen y las drogas, solo ven el 2020 – que ellos no van a ganar” y agregó: “Deberían hacer lo correcto por el país y permitir a la gente regresar al trabajo”.
Y es que apenas el sábado, en una muy pobre y desigual propuesta de negociación, el mandatario del singular copete naranja, ofreció a los demócratas extender por tres años, dos de las protecciones migratorias canceladas por él mismo, el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y el Estatus de Protección Temporal (TPS) -en este caso suspendido solo para algunos países-, a cambio de financiar un muro en la frontera.
La respuesta lógica, no demoró y su propuesta fue rechazada por Nancy, presidenta de la Cámara de los Representantes, a quien Donald ha acusado de que “se ha comportado tan irracionalmente y ha ido tan lejos hacia la izquierda que ahora oficialmente se ha convertido en una Demócrata Radical”.
En otro de sus tuits, el presidente aclaró que las medidas que anunció ayer no son una “amnistía” para los “soñadores”, como se conoce a los beneficiarios de DACA. “No, la amnistía no es parte de mi oferta. Es una extensión de tres años de DACA. La amnistía será usada solo en un acuerdo mucho mayor, tanto si es en inmigración o en algo más. (sic)
El caso de DACA se encuentra en manos del Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, que debe decidir sobre el futuro de 700,000 “soñadores”, beneficiados por el programa, promulgado en 2012 por el entonces presidente, Barack Obama, y que regulariza temporalmente a jóvenes indocumentados que llegaron al país cuando eran menores. El TPS, que fue cancelado por Trump solo para algunos países, da amparo a más de 430,000 inmigrantes, de los cuales unos 350,000 son centroamericanos, y se concede a nacionales de lugares afectados por guerras o desastres naturales. La situación en la frontera también apareció de manera indirecta en un vídeo “patriótico” que recién publicó Trump en Twitter para conmemorar el segundo aniversario de su investidura, en el que insistió en que él siempre pone a “America First” (América primero). “Traeremos de vuelta nuestros trabajos, traeremos de vuelta nuestras fronteras, traeremos de vuelta nuestra riqueza, traeremos de vuelta nuestros sueños”, afirmó en la grabación de un minuto y medio.
Ojalá que no demore mucho también en traer de vuelta el sentido común, el sentido de humanidad, la comprensión de lo que significan Derechos Humanos, el respeto hacia otras naciones dejando de lado sus intereses intervencionistas y sobre todo, dejando de lado sus fobias xenófobas y discriminatorias.