Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
Voces Libres
Una vez más esta columna se viste de manteles largos al recibir como columnista invitado al reconocido luchador social, abogado y defensor de los derechos de personas que padecen Hemofilia y otras Enfermedades Raras, Juan Carlos Flores López, quien emite una alerta de vida o muerte, tal vez apenas a tiempo, por lo que esto constituye un aviso que podrá salvar vidas si se le toma en cuenta como humanamente es obligado.
La hemofilia es un trastorno hemorrágico hereditario en el cual la sangre no se coagula de manera adecuada. Esto puede causar hemorragias tanto espontáneas como después de una operación o de tener una lesión.
La sangre contiene muchas proteínas, llamadas factores de la coagulación, que ayudan a detener la hemorragia. Las personas con hemofilia tienen bajos niveles del factor de la coagulación VIII (8) o del factor de la coagulación IX (9). La gravedad de la hemofilia que tiene una persona está determinada por la cantidad del factor en la sangre. Cuanto más baja sea la cantidad del factor, mayor será la probabilidad de que ocurra hemorragia, lo cual puede llevar a serios problemas de salud.
La mala atención que se da en muchos hospitales de segundo nivel es una realidad recurrente en el Instituto Mexicano del Seguro Social, no de este sexenio, sino de muchas décadas atrás. Quizás una de las poblaciones más afectadas por esto sea la de pacientes con hemofilia; Más allá de que el Instituto sea el mejor lugar para atender este padecimiento, lo cierto es que históricamente la hemofilia en México siempre se ha visto mermada por la escasez de medicamentos y las malas políticas públicas que nos han tenido en el abandono, o que cíclicamente mejoran un poco, para empeorar en mucho nuestra situación posteriormente. Como justamente pasa ahora.
Nuestra comunidad está siendo gravemente afectada en este momento, y ni siquiera esta afectación depende del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues la debacle al interior del IMSS se comenzó a gestar desde el anterior gobierno neoliberal de Enrique Peña Nieto, y la necia idea de modificar la atención a nuestra comunidad que ya comenzaba a ser amenazada desde hacía cuatro años atrás. Los triste y desconcertante es que el actual gobierno, está avalando la infamia creada por Mikel Arriola Peñalosa y su equipo de asesores (ignorantes en la materia), que modificaron irresponsablemente los mecanismos de atención al interior del Seguro Social.
El absurdo cierre de la histórica Clínica de Hemofilia del Banco Central de Sangre del Centro Médico Nacional Siglo XXI, lugar pionero en todos los avances que hoy son la realidad más tangible del mejor tratamiento que se nos pudiera ofrecer en México, que fue en este lugar.
Nos desconcierta y extraña la falta de sensibilidad de las actuales autoridades y la miopía institucional para deshacerse de una clínica que le dio renombre al propio Instituto, en todo el mundo.
Quizás una de las razones sea que muchos de los asesores que idearon este sinsentido, vieron con recelo este centro de atención, algunos con la camiseta bien puesta del Centro Médico Nacional La Raza que, hay que decirlo, tuvo un proceso mucho más amigable y muchísimo menos traumático que el que está siendo llevado a la práctica en el Centro Médico Nacional Siglo XXI.
El hecho es que, con las medidas tomadas en contra de la comunidad mexicana con hemofilia en general, y mucho más agravadas para quien se atiende en la Clínica de Hemofilia del Banco Central de Sangre, dependiente de la UMAE del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI; se afecta sensiblemente, no solo a los compañeros ahí atendidos, sino a la comunidad hemofílica mexicana en general, situándola sin duda alguna en una SITUACIÓN REAL DE RIEZGO DE MUERTE.
Algo que nos inquieta muchísimo, es que se habla de la gran corrupción que se ha encontrado al interior del IMSS, y sin duda alguna la hay a gran escala, pero lo más curioso es que nadie del actual gobierno ha tocado a Carlos Fredy Cuevas García, que públicamente está considerado como uno de los administrativos más corruptos del Instituto y que ha sido absolutamente protegido y solapado por los dos anteriores gobiernos, tanto el de Felipe Calderón Hinojosa, como el de Enrique Peña Nieto, sexenios en los que fue sumamente protegido, lo que sí es de extrañar en el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que está combatiendo la corrupción; cómo que este pez gordísimo se les está escapando y hoy como antes y más que nunca, nos preguntamos ¿Quién lo está protegiendo? Él ha sido en los últimos cuatro años el principal promotor de la criminal e inexplicable desaparición de nuestra Clínica.
Juan Carlos Flores López
Presidente de Hemofilia XXI A.C.