Exigen justicia por caso de maltrato animal en Ixmiquilpan
PACHUCA, Hgo., 19 de julio de 2019.- A pesar de que regularmente se llevan a cabo operativos destinados a detectar armas, sustancias y objetos prohibidos en los centros penitenciarios, el diagnóstico de los mismos realizado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), como cada semestre, llama a la continuidad y permanencia de estos operativos a fin de evitar riesgos para la vida de los internos ante las riñas que se presentan en los centros de reclusión.
Durante el segundo semestre de 2018, la CDHEH observó que la mayor incidencia de riñas y agresiones entre personas privadas de la libertad se da en los centros de reclusión de Jacala, Molango, Mixquiahuala, Pachuca, Tizayuca y Tulancingo.
En muchos de los casos, apunta el diagnóstico, salen a relucir navajas, cuchillos, puntas hechizas u objetos fabricados por los propios internos así como herramienta que utilizan en su actividad laboral y utilizan como arma en los conflictos.
Por lo anterior, la Comisión insistió en la necesidad de reforzar la vigilancia durante el ingreso a los centros penitenciarios, pues aunque existen protocolos para el mismo, los custodios deben estar capacitados para implementarlo y evitar así que personas del exterior vulneren las medidas y filtros de seguridad a fin de ingresar objetos, sustancias y hasta teléfonos celulares.
No obstante, en el semestre de estudio se reportaron cinco fallecimientos de internos, pero sólo uno por intoxicación de sustancia en La Huasteca (Jaltocán) y el resto por padecimientos como neumonía, sepsis abdominal y complicaciones de hipertensión, diabetes e insuficiencia renal.
Destaca que durante el último semestre del año pasado sólo se registró un intento de evasión en Tulancingo, pero ninguna fuga de internos.
Respecto al personal, se observó que los centros penitenciarios hidalguenses cuentan con sólo 291 custodios, número menor al recomendado en estándares internacionales, que es de un custodio por cada 10 personas privadas de la libertad, por lo que los 16 centros de reclusión deberían de contar un total mínimo de 401 custodios.
Al respecto de estos puntos, la CDHEH propone verificar la gobernabilidad en los centros penitenciarios mediante protocolos para detectar indicios de ingobernabilidad y actuar en consecuencia, así como revisar los procedimientos del personal de seguridad y vigilancia en los ceresos y cárceles distritales para evitar abusos, extorsiones, corrupción o malos tratos a los internos.