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PACHUCA, Hgo., a 9 de diciembre de 2019.- En cuestión de Gestión de Riesgos en Espacios Infantiles, “son necesarias leyes más simples, posibles de cumplir y con consecuencias claras en caso de su incumplimiento”, manifestó Miguel García Conde, quien fuera durante más de diez años subsecretario de Protección Civil y Gestión de Riesgos en Hidalgo durante la presentación del libro del autor Carlos Alberto Ibarra Murillo, el cual, dijo, es el primero en su tipo en México.
Bajo el título Gestión de Riesgos en Espacios Infantiles, Ibarra Murillo conjunta 35 años de experiencia en atención a servicios de emergencia para elaborar un manual técnico que García Conde calificó de “profundamente humanista”, pues aborda la temática estudios, estadísticas y variables al respecto de situaciones en que un infante puede correr riesgo.
El autor, por su parte, destacó la denominada “violencia por negligencia”, referente a la falta de controles suficientes para evitar que los niños tengan accidentes, al tiempo que resaltó la importancia de la cultura de la protección civil, así como la necesidad de una vinculación entre las figuras de autoridad para los infantes a fin de que adopten las medidas preventivas destinadas a evitar accidentes.
Ambos presentadores coincidieron en señalar que, en la actualidad, aunque las regulaciones respecto a protección civil en espacios destinados a los infantes existen, hace falta su cumplimiento.
Informaron que, aunque existe la Norma Técnica 001 de Protección Civil, es necesario que la ciudadanía denuncie las situaciones de riesgo que identifique en espacios infantiles, en los que urge que existan planes para una emergencia infantil.
El libro, en tanto, actúa como un instrumento para entender la parte sistémica y filosófica para partir hacia la prevención de accidentes infantiles tanto en espacios educativos como recreativos.
Reiteraron la necesidad de capacitación y difusión para transitar del escenario en que las personas conocen la realidad, a aquel en que se busca un espacio y busca impulsar la cultura de la prevención, pues en la actualidad el país sigue apuntando a la resolución de las emergencias y no a la prevención.
Instaron a empezar de a poco para acercar la información y se despierte el interés por la seguridad y tener un entendimiento claro de las cosas que nos pueden amenazar.
Por su parte, García Conde acusó que la falta de voluntad política ha evitado el avance de la Protección Civil, pues muchos de los alcaldes desconocen de lo que se trata la misma y la confunden con otros servicios. “No hemos podido transitar a la gestión de riesgos como tal. Un peso de cada cincuenta en México sigue siendo destinado a la prevención y los otros 49 son para atención”, afirmó.
Consideró que la organización, disciplina y adiestramiento, como en la disciplina militar, son las bases para el éxito de cualquier acción, por lo que, en el caso de Protección Civil, importan los conocimientos, los perfiles técnicos profesionales, se trabajó en normar con Cenapred para que fuera una exigencia profesional para encargarse de esta dirección una formación técnica, pero a la hora de repartir los puestos de las alcaldías, la disposición es olvidada y “no es cuestión de recursos, es de no querer, porque con voluntad política, se gestiona y se hace, pues prefieren gastar 160 mil pesos en un castillo (pirotecnia) de tres cuerpos que en una unidad de primer contacto o un aula de capacitación que costarían casi lo mismo”.
Finalmente, el autor Carlos Ibarra señaló que, de manera metafórica, en los años que se ha trabajado en Protección Civil, ésta “ya empieza a gatear”, pero los avances se detienen o retrasan por la falta de continuidad, por lo que nuevamente subrayó la importancia de la participación ciudadana, en la denuncia y la exigencia.
Instó a contar, en principio, con un plan familiar de protección civil, disponible en forma gratuita en la página de Cenapred, para vincularlo después con la escuela y elevarlo al ámbito político, pues se hacen “políticas públicas padrísimas, pero al revés, le asignan un recurso, este se divide y no llega nunca hasta abajo”.