Ráfagas: ¿Malos manejos en la Comisión de Búsqueda de Personas?
Esta saga comenzó hace dos semanas.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) concluyó su primera investigación y llevó el informe a Palacio Nacional:
-Más de la mitad de los gobernadores no acudían a las reuniones matutinas de seguridad -destacaba el informe con varias láminas de ilustración.
Aquí dimos el avance: sólo dos titulares -el federal y del Gobierno de la Ciudad de México, qué casualidad- habían asistido a todas las convocatorias.
Los únicos merecedores de estrellita. Había dos condenados a la hoguera: el queretano Francisco Domínguez, para colmo presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), y el nayarita Antonio Echevarría.
Ninguna asistencia.
Otros mal librados, adelantamos, eran el campechano Carlos Miguel Aysa y el coahuilense Miguel Angel Riquelme, con una y tres concurrencias.
Así se urdió el golpe maestro: exhibirlos como irresponsables, culparlos de la inseguridad y para ello se programó la reunión del CNSP la semana pasada con Afonso Durazo como mazo federal.
PELEAN Y ACUERDAN UNIRSE
Los gobernadores llegaron enojados.
Quisieron armar una rebelión pero -¡vaya novedad!- están desunidos, no hubo acuerdo y al menos dos de ellos fueron advertidos de contenerse.
Uno fue Francisco Domínguez.
Hubo protestas porque, argumentaron, las llamadas evaluaciones matutinas sirven para la foto y el discurso, mas no para mejorar la seguridad como muestran los resultados federales.
Acaso Domínguez fue el más severo.
Salidos de la reunión del Consejo, los mandatarios estatales se concentraron según su filiación, por un lado los de Acción Nacional (PAN) y en su sede los del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
(Los otros son solitarios: el perredista Silvano Aureoles en busca de sobrevivencia, Enrique Alfaro disminuido y bajo consejo de Dante Delgado, y el independiente Jaime Rodríguez más bronco y sin brújula que su mote).
Tronaron contra el presidente y su golpe bajo.
Quisieron llamar a cuentas Domínguez e inclusive plantearon su destitución como presidente de la Conago por no hablar fuerte contra la exhibición y el uso político de la seguridad pública con discurso polarizante.
Al final acordaron calmarse.
El potosino Juan Manuel Carreras concilió con una advertencia:
-No caigamos en el juego. Lo que quieren es dividirnos y lo están logrando. Mejor elaboremos una estrategia conjunta.
Y en eso están.
A ver si en la reunión de mediados de enero llevan ideas y consiguen compromisos y apoyos.
Si van unidos sería el reagrupamiento de la Conago.
MÁS ESCÁNDALOS DE VALERO
Ricardo Valero no tenía ninguna oportunidad de quedarse como embajador en Argentina.
Hace dos semanas informamos también sobre su mala situación de salud y la petición de la familia de quedarse en la Ciudad de México para atenderlo.
Ya la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó nuestra primicia y para mala suerte del ex vicecanciller se difunden nuevas versiones sobre otras sustracciones suyas.
Esto da paso a lo adelantado aquí: se le buscaba relevo y al frente de los prospectos sigue John Ackerman, esposo de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval.
Sólo falta ver si el escándalo por la exoneración a Manuel Bartlett cambia la decisión para no meterla una vez más al fuego de las críticas.
Porque hoy se le compara con Virgilio Andrade: él exculpó a Angélica Rivera, La Gaviota, por la Casa Blanca e Irma Eréndira Sandoval a Bartlett de acusaciones por su impresionante fortuna.