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PACHUCA, Hgo., 11 de marzo de 2020.- Luego de lamentar los actos de vandalismo contra el monumento a Benito Juárez, el dirigente obrero Mario Baños Briseño consideró que hubo infiltradas en la marcha feminista del pasado domingo en Pachuca.
Por su parte, el delegado en Hidalgo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Héctor Álvarez Santiago, ha evadido el tema y se ha negado a informar de las acciones que se realizarán para la restauración de la estatua inaugurada hace 62 años.
El integrante de la privilegiada burocracia federal, se ha negado a dar información al respecto, pese a insistentes pedimentos de reporteros de Quadratín Hidalgo, argumentando estar en junta, el desgastado pretexto de los funcionarios timoratos o que se ocultan.
Por su parte, Baños Briseño, secretario general adjunto de la Federación de Trabajadores del estado de Hidalgo, atribuyó las pintas al pedestal y base del monumento a “gente desadaptada que pudiese venir de otras entidades, principalmente de la Ciudad de México.”
Dijo que en algunas entidades la marcha contra la violencia fue ejemplo de civilidad pues no se causaron daños al patrimonio cultural.
Dijo que si bien existe hartazgo social por la violencia, especialmente contra las mujeres, causar daños a monumentos “no es la manera de manifestarse.”
Las afectaciones al monumento a Benito Juárez “son protagonismos que están al margen de la ley y creo que ninguna mujer con mentalidad positiva haría eso porque son actos vandálicos que son provocados por gente infiltrada que demerita un movimiento legítimo.
“Son réplicas de lo que ocurre en la Ciudad de México, en que llegan personas embozadas vestidas de negro que desde el anonimato causan perjuicios que afectan a toda la sociedad. Es una situación vergonzosa”, opinó el dirigente obrero, quien agregó que deberían blindarse con vallas los monumentos históricos en futuras manifestaciones.