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PACHUCA, Hgo., 7 de abril de 2020.- “Estamos ante una oportunidad histórica. Cuando esta pandemia pase, nos quedará un planeta que cuidar y un país que reconstruir. 2020 sigue siendo un año decisivo para tomar acciones en favor de la salud de la Tierra y frenar el cambio climático y la pérdida de especies”, señala Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace México.
Refirió que la actual emergencia sanitaria ha logrado lo impensable deteniendo en seco la mayor parte de las actividades, pero es posible salir fortalecidos de esta crisis sanitaria.
Para ello, dijo, es necesario poner el foco en la gente. En momentos como el que atravesamos”, es importante mantener la esperanza en el futuro y trabajar por el planeta que queremos”.
Consideró que el plan de reactivación económica que proponga el Gobierno de México representa la oportunidad de hacer cambios concretos que protejan a los mexicanos ante las crisis económicas, climáticas y sociales.
Dentro de la propuesta de Greenpeace, detalló que se insta a mejorar cómo viven los mexicanos, pues las industrias sustentables tienen el potencial de generar millones de empleos dignos. “Las autoridades deben garantizar el derecho a la prevención de enfermedades y la alimentación saludable”.
Mejorar la infraestructura y espacio público para tener ciudades vivibles, lo que implica desde crear más ciclovías hasta solarizar edificios públicos, las obras y proyectos deben enfocarse a responder a los retos de la crisis climática y crear espacios sanos para los habitantes de las ciudades.
Se propone también acelerar la transición energética, pues México es uno de los 5 países con mayor potencial solar. “Es urgente que impulsemos las energías renovables para detener el avance del cambio climático, y mitigar así más impactos negativos a las comunidades más vulnerables de nuestro país”.
Finalmente, apunta Ampugnani, se necesita poner más dinero en las manos del pueblo. “Ahora mismo, miles de familias enfrentan el desempleo. Generar proyectos de infraestructura y transporte sustentables podrían convertirse en fuentes de ingresos confiables y generar una verdadera resiliencia ante los futuros retos sociales, económicos y climáticos».