La hospitalizan tras ser golpeada en Tamaulipas; su novio, el sospechoso
PACHUCA, Hgo., a 25 de mayo de 2020.- “Pareciera que no hay conciencia sólida sobre las implicaciones y repercusiones de la violencia contra mujeres y niñas a diferencia de otros delitos», sentenció Italy Dessire Ciani Sotomayor, catedrática del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), en conferencia el día de hoy con el tema “Coronavirus y feminicidio. Riesgo de muerte y oportunidad de vida».
Destacó que a diferencia de otros delitos la violencia contra la mujer es pluriofensiva, pues no se limita a afectar a la víctima, sino que involucra a los hijos, la pareja (en caso de no ser la generadora), al círculo social y laboral, etcétera.
“Violentar a una mujer es violentar a la sociedad en su conjunto”, subrayó.
Puso énfasis en la problemática para acceder a la denuncia de un hecho de violencia, pues en México y el mundo los encargados de recibir las denuncias esperan que una mujer presente las lesiones, las marcas de la agresión, minimizando la acusación por violencia cuando las lesiones tardan menos de 15 días en sanar, si no dejan cicatriz permanente o no ponen en peligro la vida y la función física, lo que ocasiona que el delito pareciera no haber existido.
Sin embargo, insistió en la denuncia como la herramienta más importante para acceder a la justicia.
Señaló que Hidalgo cuenta con funcionarios especializados en violencia de género capaces de llevar a cabo las periciales en psicología, psicólogos y terapeutas capaces de detectar también las marcas que deja la violencia psicológica, que en muchos casos no se denuncia y que en ocasiones causa estragos más graves incluso que los golpes.
Asimismo, citó la posibilidad de denunciar ante las instancias correspondientes cualquier caso en el que los funcionarios en turno se nieguen a iniciar una denuncia.
Durante la etapa de confinamiento a causa del Covid 19, agregó, resulta que aunque existen para las mujeres varios lugares de exposición a la violencia, es el hogar el más peligroso, cuando debiera ser el más seguro, pues ocho de cada 10 feminicidios tienen origen en el seno familiar.
En la situación de emergencia sanitaria, en tanto, los problemas económicos generan mucha tensión a nivel familiar, aunado a que el consumo de alcohol es la adicción más asociada con la violencia, se acentúan las condiciones para este delito y se potencian los círculos de violencia.
Durante la conferencia, compartió dos casos graves de violencia contra la mujer que culminaron en sentencias contra los agresores y ejemplificó situaciones en las que es necesario estar alerta, al tiempo que impulsó a la responsabilidad social de quienes, aunque no son víctimas, son testigos o conocen casos de violencia de cualquier tipo contra mujeres y niñas, ya que una denuncia a tiempo puede salvar vidas.
“Hay un riesgo latente y sería absurdo negarlo, por lo que es importante denunciar y hacerlo a tiempo”, finalizó.