Ráfagas: Denuncian corrupción en Tribunal de Arbitraje Laboral
El 7 de agosto del 2018, Gerardo Sosa Castelán le atizaba a la hoguera y a su confrontación con el gobernador Omar Fayad, y en tono irónico sostenía, que “no vaya a temblar mañana, si no, igual va a ser culpa de Gerardo Sosa”.
Luego soltaba otra más:
“De los resultados que no está dando (Omar Fayad) yo no soy culpable”; para luego rematar con otra joya: “Soy su villano favorito”.
Pero, 22 meses después y en la víspera de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, a Pachuca, este jueves por la mañana, el tono es completamente distinto y Sosa Castelán se baja de su soberbio pedestal para pedir al gobernador Omar Fayad Meneses, interceda por él ante el primer mandatario para hablar del tema de las cuentas congeladas a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y para evitar brotes de violencia, “como ha ocurrido en otros estados, como en Jalisco”.
Es decir, la súplica y al mismo tiempo la amenaza velada. “O me atiendes o hay bronca”, diría para resumir su postura.
Sosa Castelán usó uno de sus medios de comunicación para hacer llegar su mensaje en un soliloquio, que no entrevista, de casi tres horas, respecto a la orden de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que ordenó congelar alrededor de 70 cuentas de la máxima casa de estudios, además de las del periódico El Independiente y hasta del ex rector y diputado local con licencia, Humberto Veras Godoy.
A través de Radio Universidad, dice en una parte de su exposición:
“Para nosotros es fundamental que el presidente conozca qué está pasando con este bloqueo, y también es importante que tenga una idea muy clara que no nos interesa generar problemas ni violencia, como ha sucedido en otros estados, donde por menos ha habido problemas (como en Jalisco y otros estados), donde la violencia es algo que no se puede contener.
De manera objetiva, con prudencia solicitamos la entrevista para que con el objeto institucional colaboremos. Estamos escogiendo esta vía pacífica para no genera problemas; le pedimos al señor gobernador y al señor presidente nos den este espacio para poder le explicar al señor presidente qué está pasando con nuestras cuentas”.
Así, Sosa Castelán, intenta echar en el saco del olvido las divergencias que ha tenido con Omar Fayad, prácticamente desde que comenzó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, más cuando aliado con Morena, Sosa Castelán, se hizo de nueve espacios en el congreso local y dos diputaciones federales.
La UAEH, se ha opuesto sistemáticamente a la operación del Órgano Interno de Fiscalización, que el 23 de septiembre propuso la diputada local del PRI, María Luisa Pérez Perusquía, conocido como Decreto 228, que ordena la creación de estos organismos para el IEEH, CDHEH, ITAIH, TEEH, TSJEH y la UAEH.
En agosto del 2018, el grupo político que encabeza Gerardo Sosa y que controla la vida institucional de la universidad, se asumía aliado de Morena y contra los “ataques” del gobierno. Entonces el rector, Adolfo Pontigo Loyola, advertía:
“Si atacan a Morena, atacan a la universidad y también a la sociedad” y anunciaba la participación de la comunidad universitaria en una marcha para demandar la salida del gobernador, Omar Fayad, como hizo un grupo de legisladores locales de Morena, que acudió al Senado de la República para entrevistarse con Ricardo Monreal y pedir la desaparición de poderes.
Hoy, todo eso ha quedado en el aparente olvido y Sosa Castelán pide ayuda a Omar Fayad, para que le abra un espacio en la agenda del presidente López Obrador y explique el tema de las cuentas congeladas por presunto lavado de dinero y vínculos con la delincuencia organizada.
Pero, al parecer en el cuarto piso, no hay que firme el acuse de recibido.
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