(W) Ecos Sindicales: Operación Panal
PACHUCA, Hgo., 8 de julio del 2020.- El panorama para el sector educativo del país y, en consecuencia para Hidalgo, es incierto, y así lo ha sido desde que comenzó la cuarentena provocada por la presencia del SARS-Cov2, que obligó a maestros y alumnos a confinarse en sus domicilios y a través de la tecnología continuar y concluir el ciclo escolar 2019-2020, y, aún más, no saber bien a bien cuándo ni cómo iniciarán el ciclo escolar 2020-2021, que en teoría comienza el próximo mes, sin saber aún si las clases serán en las aulas o como ha sido los tres últimos meses del ciclo escolar, vía internet.
Pero, eso no es todo. Los padres de familia enfrentarán situaciones complicadas, que comenzaron desde que han tenido que mantenerse encerrados en sus hogares, sin acudir a trabajar, con el consecuente decremento de sus ingresos y el aumento de sus gastos.
Las madres y padres de familia con hijos en edad escolar de educación inicial, preescolar, primaria, secundaria y nivel medio superior, en la escuela pública, se verán sujetos en los próximos días, en muchos casos, al pago de cuotas, de papelería, comedor, aportaciones voluntarias, útiles, uniformes, para poder acceder de manera digna a la educación de sus hijos.
Si bien están prohibidas las cuotas escolares, no así las aportaciones voluntarias (que para el caso es lo mismo), tampoco se ignora el aporte del gobierno que dota a alumnos de útiles y uniformes, pero antes de ser recibidos (si es que así ocurre) los padres deberán cubrir desde el primer día del ciclo escolar lo que no han recibido, en virtud de que las actividades comienzan desde el primer día y las necesidades del educando se dan desde el primer día de clases.
Esta reflexión fue vertida por el diputado local del Partido Nueva Alianza, Marcelino Carbajal Oliver, quien sostuvo que cada padre de familia gastará entre mil y dos mil pesos, sólo por cada niño, por lo que propuso esta mañana una iniciativa de decreto para reformar el artículo 8 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Hidalgo.
Ya reformado obligaría al Estado a garantizar el derecho de cada ciudadano a alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, a la protección de la salud, a disfrutar de una vivienda digna y decorosa, y en general al bienestar y a la seguridad individual y social y a la accesibilidad, como objetivos de la permanente superación del nivel de vida de la población.
Y, resalta, en caso de pandemias (como la que padecemos actualmente) que además de garantizar la alimentación y protección de la salud, cuando las circunstancias descritas coincidan con el inicio o fin de ciclo escolar, “será suspendido el cobro del servicio de agua potable hasta por un mes; y el de cuotas, servicios o colegiaturas, así como la recepción de aportaciones voluntarias, de los padres de familia a instituciones de educación obligatoria de carácter público.
Suena muy bien, pues todo es en favor de la golpeada economía familiar. Ahora sólo falta la empatía de los otros 29 legisladores para hacer realidad un planteamiento que de concretarse alivianaría el bolsillo de los padres de familia con hijos en las escuelas, que son los más en nuestro estado.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.