Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
PACHUCA, Hgo., 15 de julio del 2020.- Si nos atenemos al vocero del gobierno federal, Hugo López Gatell, encargado de informar diario sobre el tema del Covid-19, cuando dice que además de no tener datos precisos sobre la vuelta a la “nueva normalidad” se espera una segunda oleada de contagios entre octubre de 2020 y marzo del 2021, entonces deberemos frenar nuestro ánimo por retomar nuestras actividades, y en Hidalgo, eso incluye, entre otras cosas, el proceso para la renovación de los 84 ayuntamientos, en receso por la emergencia sanitaria.
Parece que a los partidos políticos y los aspirantes de los 11 partidos que participan en esta contienda, les urge retomar las actividades suspendidas desde mayo pasado, que consideran los procesos internos para definir a sus candidatos, los registros ante el organismo electoral, las campañas y el día de la jornada electoral.
Quieren, a toda costa, que eso ocurra antes de finalizar este año y lo muestran con la difusión profusa de sus acciones, entre las que figuran presuntas encuestas que los colocan como los punteros, la entrega de insumos ad hoc, aprovechando que estamos en tiempos de coronavirus.
Con el aparente y simple deseo de ayudar por ayudar, aparecen en las fotografías entregando víveres, cubre bocas, gel antibacterial, mascarillas, batas, ya sea al personal médico que enfrenta heroicamente este flageo mundial, o simplemente a la ciudadanía, para que note que quienes quieren gobernarlos son gente de buen corazón.
López Gatell, el vocero del gobierno federal para el tema del SARS-CoV-2, severamente cuestionado por un día decir una cosa y al otro día otra, apenas esta semana declaró en televisión cuando se le preguntó si este año superaríamos el problema del coronavirus.
Dijo que si bien la curva de contagio va a la baja, se espera que entre octubre y marzo aparezca de nuevo el Covid-19 y eso obligaría a retomar las medidas que se aplican desde hace 139 días, en todo el país y que mantienen a la mitad de los estados de la república en semáforo rojo y otro tanto en naranja.
Por tanto, no sería posible que las autoridades electorales decidan convocar a elecciones este año, pues el propio Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del INE, ha dicho que la fecha de elecciones tanto en Coahuila (donde se renovará el Congreso local) como en Hidalgo, dependerá de la decisión que tomen las autoridades sanitarias y aprueben la vuelta a la “nueva normalidad”.
Ya antes se ha jugado con fechas especialmente en los meses de agosto y septiembre: Otras más apuntan a diciembre y algunos partidos políticos han sugerido que se empaten los comicios con los federales, que ocurrirán en julio del próximo año, en todo el país.
Esta incertidumbre, genera inquietud en los partidos y aspirantes, pues no permite medir con precisión el ánimo de los electores, que por lo pronto y sin duda están más preocupados por resolver la cotidianidad que los enfrenta con la carencia de recursos para atender las necesidades alimentarias de sus familias, debido al confinamiento en que se han mantenido ya más de tres meses.
Difícilmente, un ciudadano estará pensando en ir a las urnas; su prioridad es resolver sus problemas económicos, que se acentúan en la medida en que no tengamos claro hasta cuándo podremos volver a vivir como antes, si es que eso es posible.
Lo único seguro que tenemos, por ahora, es que el 5 de septiembre tomarán el control de los 84 ayuntamientos los Concejos Municipales interinos que, en principio, decían que sólo durarían tres meses, pero a la luz del escenario causado por la emergencia sanitaria, podría ser que se extiendan más de lo esperado y pudiera ser hasta después de marzo del 2022 si atendemos las declaraciones de López Gatell, quien ya nos amenazó con otra oleada de contagios ente octubre y marzo.