Repetirán Morena y Nueva Alianza planilla en extraordinaria de Cuautepec
PACHUCA, Hgo., a 22 de julio de 2020.- Con el propósito de formalizar el avance de los compromisos definidos durante las sesiones de análisis con las organizaciones que realizaron la caravana Toxitour, los secretarios de Medio Ambiente y de Salud, Víctor M. Toledo y Jorge Alcocer, respectivamente, así como la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Elena Álvarez-Buylla, propusieron signar un convenio entre las partes involucradas y diseñar un programa intersecretarial de salud ambiental que garantice la continuidad de los trabajos.
Lo anterior a fin de dar certeza a las comunidades afectadas por la contaminación en seis regiones del país, de que los acuerdos que se están tomando en esta administración no se verán interrumpidos en el futuro.
El Toxitour consideró la zona del Río Tula, en Hidalgo, uno de los “seis infiernos ambientales de México” tras evidenciar en diciembre pasado el grave daño ecológico causado por la industria en la región Tula, que fue declarada, el año pasado, zona de restauración ecológica.
Víctor Toledo consideró que las acciones inmediatas deben comenzar por grupos de municipios prioritarios, mediante la creación de observatorios o comités para coordinar las acciones de las instancias federales y las autoridades estatales y locales, de tal manera que se formalicen convenios por cada grupo de municipios que se forme.
Andrés Barreda, representante de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales de México, mencionó como primer punto el desarrollo de un sistema de alerta ciudadana ante la sospecha de daño desproporcionado al ambiente o a la salud, ocasionado por cualquier actividad humana persistente.
Una segunda propuesta es un sistema general de investigaciones científicas por parte del Conacyt que garantice la existencia de estudios sobre los principales problemas, contradicciones y disputas hidrológicas, tecnológicas, medioambientales y epidemiológicas que aquejan a las regiones.
El tercer punto sería desarrollar un sistema interinstitucional de deliberación con las comunidades y organizaciones de las regiones encaminado a la restauración integral y participativa de las regiones devastadas.
Y como cuarto, una estrategia efectiva de largo plazo construida por múltiples voces populares y científicas que ayuden a identificar puntos nodales para implementar el diseño de políticas estratégicas en materia de toxicología, salud ambiental y medio ambiente, así como soluciones sanitarias ambientales estructurales que sean verdaderamente de fondo.
Benjamín Ortiz, coordinador de Asesores de Medio Ambiente, explicó los avances que se han tenido hacia la construcción del programa nacional de restauración de cuencas y salud socioambiental.
A través de un diagnóstico cartográfico, con más de 53 capas de información científica, con elementos ecológicos, económicos de salud y sociales, Benjamín Ortiz presentó el índice de transformación antropogénica de la región, donde se observa la grave situación de deterioro, la crítica situación hídrica, así como la concentración de las industrias automotriz, minera, química, plástico y textiles.
Como parte de este estudio se han ubicado defunciones asociadas a la industria, así como diferentes enfermedades causadas por la misma, como insuficiencia renal y cáncer. “De 2002 al 2018 han ocurrido al menos 123 mil 717 defunciones asociadas a la región industrial”, precisó.