
Ráfagas: Benjamín Rico ¿se va del PRI?
“El amor es un infierno que solo se torna divertido cuando hay dos corazones ardiendo”
Blaster
Sin duda, la peor parte del amor es no ser correspondido, darte cuenta de que lo que estás ofreciendo (aunque sea demasiado, así, erróneamente hayas transgredido los límites del autorespeto), no es suficiente para quién no elige corresponderte o para quién por diversas razones dejo de amarte.
Y sí, aunque para otros puede haber motivos mil veces más graves que no ser amado, la verdad es que uno de los dolores emocionales más fuertes que experimentamos si es el desamor.
Después del impacto de reconocer la realidad, de enojarte o transitar por la tristeza, reflexiona sobre lo que te rompió el corazón, en repetidas ocasiones, ni siquiera es el otro, si no tus expectativas e insistir de más en donde no es.
Y no, tampoco es tu culpa, sin embargo, si es tu responsabilidad curar tu corazón cuando está roto.
Y entre las muchas opciones que tienes están: elaborar tu duelo, reconstruirte, reinventarte, indagar en tus creencias respecto al amor, las relaciones y a ti mismo, y darte cuenta de que tener el corazón roto no es resultado de no valer o no ser suficiente para ser querido, que no tiene que ver con tu valía personal, y te digo esto, porque uno de los lugares en donde más lastima la ausencia de reciprocidad es en la autoestima, así que, asimila pronto que si no te aman o te engañaron no fue por tu apariencia física ni por qué no hayas hecho los esfuerzos suficientes (porque tal vez los hiciste) lo cierto es, que no dieron los resultados que esperabas, y no ocurrió así porque tú no merezcas ese amor, sino porque en la vida amorosa cada quien toma decisiones, elige con quien estar, de quien despedirse y a quién olvidar (aunque difícilmente se consiga del todo).
Un corazón roto por desamor se cura con amor, no de otro, porque aquello de que un clavo saca otro clavo no siempre funciona bien, puedes involucrarte en relaciones de rebote y terminar más decepcionado si estas no funcionan, además de que lo conveniente sería primero curar emocionalmente lo que sea necesario y aprender de la experiencia, para qué si en algún momento, más adelante, es tu decisión iniciar una nueva relación el pronóstico de esta y la satisfacción qué recibas en la misma esté libre de fantasmas, de culpas, inseguridades, de resentimientos y que no se base en falta de amor propio.
Lo que alivia y restaura un corazón roto es la aceptación de que no todas las relaciones son para siempre, que nadie tiene la obligación de amarte, qué es preferible saber que no te quieren a caer en el autoengaño, que por muy doloroso que sea es menos que estar al lado de quién no te quiere.
Para curar tu corazón es indispensable mejorar tu autoconcepto, construir o fortalecer una relación de amor propio, alejarte de lo que hoy te lastima, dejar de perseguir la fantasía, darle sentido de realidad a lo que está pasando, saber que el dolor que ahora experimentas es temporal, qué es cierto, el tiempo ayuda, y aún más lo que hagas en ese tiempo, que en lugar de convencer a alguien de amarte te convenzas de amarte tú, que a pesar de todas las emociones y sentimientos por los que atravieses en el proceso no te abandones, y te distraigas, que lo vivas sin anular ni reprimir lo que sientes, solo regulándolo de tal forma qué tu vida sea tan satisfactoria que aún extrañando o amando todavía a tu expareja no abandones nada que sea importante para ti: tu trabajo, el cuidado de tu salud…
Dirige hacia ti todo el amor que no fue correspondido y modifica gradualmente lo que sientes por la persona que ya no está, recordando que odiarlo no te libera, lo que te libera (y sana) es seguir adelante con tu vida, con tus proyectos y que elijas volver a enamorarte o estar solo contigo sin traumas, ni miedo, sin dudar del amor, porque el amor no está en la persona que quieres y no te quiere, el amor es lo que tú sientes, si alguien no lo recibe o incluso lo rechaza ese amor te pertenece, date cuenta y consérvalo, no con la esperanza de recuperar lo perdido sino para acumularlo para cuando seas correspondido.
Y analiza, si lo de ahora no es capricho o dependencia, amar a otro es darle la libertad de estar o no en tu vida, de abrir o cerrar el espacio para que tú estés en la suya… duele tener el corazón roto y a pesar de eso lo peor es que en medio de ese corazón roto se esfume el amor que puedes sentir hacia ti, grábate esto: no es que no seas “querible”, es que no coincidiste y coincidir no ocurre todos los días, y así como ocurre igual se puede terminar.
Construye tu propio botiquín de primeros auxilios para un corazón roto, llora, escribe cartas de despedida, platica con la gente que está dispuesta a escucharte y ser paciente con tus emociones, inicia terapia, resuelve situaciones del pasado que están interviniendo en tu vida amorosa presente, coloca punto final no te quedes en la espera cuando alguien no escribe más en tu historia, cuando alguien ya no quieres ser tu compañero o compañera y sé tú el protagonista de tu vida, tal vez hoy no sabes cómo y no entiendes los motivos, quisieras tener explicaciones, te coquetea el deseo de negociar, de ceder más o insistir, y no tendría caso, el amor requiere reciprocidad, un deseo mutuo de mantenerse juntos, estar dispuestos a corresponder a las demostraciones de amor, a la intimidad emocional, al compromiso y construir un proyecto en común.
Poco a poco, aunque en algunos días no lo parezca, cada día, como en las heridas físicas (cuando son bien atendidas) tu corazón dejará de estar roto, de estar lastimado y si te empeñas generosamente en que así sea con el tiempo volverás a sonreír y a sentirte más seguro porque la experiencia que has vivido habrá enriquecido tu forma de ser pareja.
En las historias amorosas hay grandes lecciones, de ti depende cómo procesar tus experiencias y elegir que después de todo encuentres lo que tenías o necesitabas aprender.
Sé paciente contigo, cotidianamente haz algo para estar bien lo más pronto posible porque también recuerda que la vida pasa, el tiempo no se detiene, no es justo para ti dejar pasar tu tiempo sufriendo por lo que no fue, lo que no va a ser, cuando puedes dedicar esa energía a lo que hoy es, estar contigo, enamorarte de tu vida.
La vida generosamente, continúa… hoy no te imaginas que este dolor presente algún día no dolerá más y no sabes lo que te espera amorosamente, lo que sí debes considerar por tu bien y porque te lo mereces es que el amor en tu vida sea motivo de felicidad, de seguridad, de tranquilidad, alegría motivación y no de decepción, miedo o de permanente incertidumbre.
Los corazones rotos se curan con amor, con el de la gente que te rodea, tu familia, amigos, con la pasión por tu trabajo, por tu desarrollo personal y sobre todo con mucho, mucho amor propio.
Abrazos
@Lorepatchen
Psicoterapia presencial y en línea.
7711785074
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.