En Navidad no todo es felicidad…
PACHUCA, Hgo., 27 de noviembre de 2020.- Tras más de medio año de aislamiento y distanciamiento social, el home office (trabajo desde casa) implica pasar más de 8 horas frente a la computadora, lo que ha derivado en padecimientos.
Especialistas en terapia física señalaron que males como la ciática, la lumbalgia, cervicalgia y retención de líquidos son parte de los males más comunes derivados del trabajo de oficina en casa.
La ciática, señalan expertos, es un dolor que aparece cuando una hernia de disco o un espolón en la columna vertebral presionan el nervio provocando malestar desde la parte inferior de la espalda pasando por la cadera y llegando hasta la parte posterior de una o ambas piernas. Este dolor es tan molesto, que provoca limitación en el movimiento.
“La cervicalgia es una de las más comunes y si has terminado tu jornada laboral sobándote el cuello, es probable que lo padezcas. A pesar de que este malestar no siempre es de gravedad, es molesto y es resultado del sobreesfuerzo de los músculos del cuello, especialmente si la mesa en la que trabajas es mucho más alta que tu silla”.
La lumbalgia se manifiesta a lo largo de la columna vertebral, especialmente en la parte baja de la espalda y su dolor puede ir de moderado a incapacitante. Este aparece especialmente cuando nos mantenemos encorvados por más de 8 horas, y al no mantener una posición correcta, podemos incluso generar presión en los nervios espinales y distensión (estiramiento) muscular que incluye dolor e inflamación, se anota.
Al limitar nuestra movilidad, no hidratarnos correctamente y llevar una dieta alta en sal, nuestro cuerpo tiende a retener líquidos generando hinchazón y dolor.
Algunos consejos funcionales para reducir estos males incluyen caminar 10 minutos por cada hora que pases sentado para permitir que circulación fluya mejor y que el cuerpo no entre en tensión por permanecer en una misma posición tanto tiempo.
Antes de iniciar la jornada laboral, se recomienda realizar ejercicios de estiramiento para despertar los músculos, especialmente si se pasa de la cama a la zona de trabajo.
Adaptar la zona de trabajo es elemental, ya que se pasan muchas horas del día en este espacio. Si es necesario, ajustar la silla y respaldo, con cojines que obliguen a enderezarse e incluso a elevar la altura del asiento para estar mucho más cómodo a la hora de postrarse frente a la computadora.