Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
Twitter: @OswaldoRamirezG
Cuando se dio a conocer la noticia de un virus que afectaba la ciudad de Wuhan, China a finales del 2019 la situación parecía lejana, quizás algo que podía contenerse al igual que el SARS hacía unos años atrás. Se pensó también que se trataba de un truco publicitario; un cuasi montaje como el caso de la gripe de influenza H1N1 que afectó a nuestro país durante el sexenio de Felipe Calderón, cuyo objetivo y secuelas fueron elevar las ventas de productos farmacéuticos a costa de promover una nueva vacuna estacional, la cual le costó al erario mexicano más de mil 500 millones de pesos en adjudicación directa en contratos de una opacidad descarada. Al final, solo poco más de 70 millones de aquel monto fueron “justificados”.
Volviendo al año pasado, videos en redes sociales y fake news comenzaron a ser tendencia en vísperas del Nochebuena y Nochevieja de 2018… El escenario pintaba apocalíptico, pero se confiaba con que el clima y las condiciones geográficas jugaran a nuestro favor, se subestimó tomar medidas sanitarias estrictas en los principales puertos y aeropuertos del país. El envalentonamiento (y valemadrismo mexicano) miró con cierta incredulidad la paranoia de la que eran presos países de Asia y Europa, nuestro amado presidente incluso presentó una estampita religiosa en una de sus conferencias mañaneras como la que lo protegería no solo del covid-19 sino de cuanta alimaña corrupta se le pusiera enfrente… Pero se equivocó, a las pocas semanas de aquel chascarrillo socarrón, Andrés Manuel López Obrador comunicaba por redes sociales que lo de la pandemia era cosa seria y que habría que cuidarse, sobre todo a los adultos mayores.
Las conferencias mañaneras pronto tuvieron un contrapeso; las conferencias vespertinas presentadas por el sub secretario de Salud Hugo López-Gatell, quien de manera didáctica o soberbia, según fuera el caso, describía los cuidados que debían seguirse, los síntomas y el uso de cubre bocas generalizado. A la fecha la derecha lo tilda de irresponsable, soberbio y contradictorio, y piden su cabeza fuera de la subsecretaria de Salud. Mientras tanto, otra parte de la población lo pintan como presidenciable, algunas mujeres incluso lo han vuelto en el ideal masculino; se ha convertido en el rockstar de la política mexicana sobretodo de la 4T.
Pero y ¿Qué hay de la población mexicana en general? Desde el 21 de marzo del presente año ha vivido en la zozobra y vaivén; algunos oficios y profesiones se reinventaron utilizando plataformas electrónicas y redes sociales para trabajar. No obstante, otros simplemente viven a la buena de Dios pues se han inadaptado a las condiciones; la precariedad ha jugado un factor en contra de los sectores más vulnerables, acrecentando los índices de desempleo y sub empleo. Las consecuencias de sexenios pasados han cobrado factura a la infraestructura hospitalaria. El desvío de fondos, los fraudes y placebos descarados que antaño sustituyeron ampolletas para tratamientos de cáncer por agua oxigenada y las obras a medio construir que prometían ser centinelas de la salud en el sureste, se derrumbaron como castillos de arena y nos mostraron en los momentos más difíciles para el país, la precariedad del sector salud.
Pronto nos dimos cuenta que más allá de la infraestructura educativa, la de salud padecía un estrago mayor, el cual presto a las condiciones de emergencia tendría que adaptarse de ser posible en espacios irregulares, el uso de instalaciones como centros sociales, casas ejidales y oficinas privadas ha sido necesario para solventar el albergue de pacientes. Por si fuera poco, la falta de firmeza de las autoridades de todos los niveles de gobierno, la mezquindad de empresas y centros turísticos y la irresponsabilidad ciudadana nos revelaron que el mexicano efectivamente no era indestructible. Como consecuencia de las vacaciones de Semana Santa (y después de la temporada de verano y el inicio de la temporada vacacional Guadalupe-Reyes) el pico de casos y contagiados aumentó paulatinamente. La culpa compartida fue y es hasta el día de hoy, un absurdo cínico que le reclama desde la voz de periodistas de derecha e intelectuales orgánicos toda la responsabilidad al actual gobierno, pero ¿Qué hay de marchas y conglomerados fachistas? Ellos también son parte del problema, pues actúan con un golpismo descarado que no me extrañaría que ahora se volvieran en anti vacunas y conspiranóicos, solo por llevar la contraria.
En medio de esta problemática, asuntos pendientes como la inseguridad, el combate a la corrupción y la lucha anti huachicol merman la confianza de la sociedad no hacia el presidente ni el legislativo sino hacia el poder judicial y las fuerzas del orden público. En definitiva, si hay alguien que le hace un verdadero comploj hoy a nuestro presidente más que la oposición, es el fuego amigo que habita entre sus filas. Aunado a lo anterior, el liderazgo del jefe del ejecutivo se ve en ensombrecido por los delirios de grandeza ahistóricos de personajes que no existen; en momentos en los que la mayoría pide a gritos mayor firmeza para que este barco llamado República Mexicana no se hunda, nuestro huey-tlatoani suele actuar con la benevolencia de un Mahatma Gandhi o la candidez de Francisco I. Madero, y tal vez esté bien para otro momento, pero no para éste. Es el líder presidencial con un índice de popularidad sin precedentes por lo menos en los últimos cincuenta años, pero tal pareciera que no quiere aprovechar ese factor y solo gana tiempo o mejor dicho lo pierde, escudándose en la pandemia para aplazar juicios políticos y reformas jurídicas.
Con todo y lo anterior, el país recibió en vísperas de Nochebuena las primeras 3 mil dosis de vacunas y hace un par de días arribo otro lote con alrededor de 42mil 900 dosis, destinadas para la Ciudad de México y el estado de Coahuila. Si bien según el calendario de distribución mundial, no sería son hasta el mes de enero de 2021 cuando se iniciaría la aplicación en nuestro país, los esfuerzo bilaterales en gran parte del Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard han rendido frutos. Habrá que esperar que la aplicación se confiera de acuerdo al calendario por edades. Sin embargo, no quisiera ser escéptico al inferir que el control debiese llevarse con un sigilo metódico no solo para monitorear el seguimiento de quienes se les aplique la primera y segunda dosis, sino para evitar el coyotaje, el extravío y tráfico de dicha vacuna, sobre todo pensando en aquellos sectores sociales que consideran que su estrato social alto merece tener la vacuna primero por encima del de trabajadores del sector profesional y de salud. Sí señores, esta es otra de las maneras en las que el ser “humano”, en concreto la clase social acomodada mexicana saca a relucir su naturaleza racista y clasista.
Antes de finalizar estas líneas, esperando que hoy lunes, día de los inocentes no nos encontremos con alguna broma de mal gusto disfrazada de opinión por parte de cualquier sector de la política (sí, le estoy hablando a Ud Senadora Lilly Téllez… Y también a Ud ex senador Samuel “Gordolfo” García). Cabe hacer un exhorto, apelando a la paciencia, la fe y prudencia. La pandemia no es una leyenda urbana, ni tampoco un motivo para jugar inocentadas en este día; muchos de los que ahora no están fueron contagiados por la irresponsabilidad propia, de amigos o familiares. A la fecha, quizás más del 80% de las personas conozcamos un caso por muerte de covid-19. Se nos han muerto vecinos, conocidos, amigos o familiares, que su muerte no sea en vano. No solo es responsabilidad de las autoridades (de por sí deficientes), ni tampoco del sector de salud (por demás castigado) es responsabilidad de todos. Este es un momento crucial en el que como sociedad México debe de mirar más allá de las diferencias partidistas y de las fake news. No será la primera vez que la unidad y sobrevivencia se pongan a prueba; hace poco más de cien años pasó lo mismo con la pandemia de la gripe española, la cual en plena culminación de la Revolución mexicana causó graves estragos.
Que la nueva normalidad esté cada vez más cerca, y que las festividades próximas por Año Nuevo y Nochevieja no nos dejen los sinsabores de carecer la ausencia irreparable de alguno de nuestros seres queridos por culpa de nuestra falta de consciencia… Finalmente, las doce uvas son una herencia española, comerlas durante la cena de Fin de Año tiene dos connotaciones; la primera para imitar la costumbre de las cortes francesas de comer uvas y tomar vino espumoso en dicha fecha. La segunda por el exceso de uvas blancas en esa temporada por lo que comerciantes locales de Alicante promovieron la venta de estos frutos aludiendo el carácter “de buena suerte” en su consumo. Cualquiera que sea el caso de su origen, que este 2021 sea un año alentador y no de suerte sino de salud, y que haga resurgir a México (y al mundo) de las cenizas. Buen inicio de año.