Ráfagas: ¿Malos manejos en la Comisión de Búsqueda de Personas?
Está a punto de terminar el año mas terrorífico del nuevo siglo, sólo comparable con el terremoto de 1985 y quizá con el de 2017, y uno se pregunta si la lección nos hará cambiar como sociedad. Lo más lamentable es que, al menos en México, no.
Nuestra clase política, dígase el partido que usted quiera, es la muestra clara, fehaciente de tal afirmación. Hoy, cuando apenas llegan las primeras muestras de la “vacuna salvadora”, unos y otros la utilizan como parte del juego político que se desatará para mediados de año.
El gobierno de la república advierte que no permitirá el lucro de algo que todavía no tiene. Le han llegado 47 mil vacunas, que no alcanzan ni para cubrir la demanda del sector salud, primer grupo de defensa contra la pandemia, pero él ya arrancó la politización del tema.
Y torpes, como siempre lo han sido, PRI, PAN y PRD caen en el garlito de exigir el reparto de lo que no existe, como si unos y otros hubieran demostrado capacidad en estos 9 meses, para contener a un enemigo que ha doblado al mundo entero, con un rebrote más agudo.
Sin pudor alguno, MORENA incluso subió un spot, del que no ha dicho ni Pío el INE, en el que resalta que México será el primer país de América Latina en comenzar a vacunar a su población, lo cual es falso. De acuerdo con su propio cronograma, la vacunación a población abierta empezará en febrero o marzo.
Se dijo que primero será el sector salud, cerca de mil hospitales que atienden todos los casos de Covid19 en todo el país, son 750 mil trabajadores. Después vendrá el sector militar; luego los ancianos y posteriormente a población abierta. Esto lo informó el propio López Obrador.
Pero Morena, no sólo festina, sino que lanza además una campaña en la que anuncia que prescindirá de sus prerrogativas del 2021, para entregarlas totalmente al gobierno federal y dedicarlas a la compra del preciado elíxir que salvará la vida a los mexicanos.
El problema es que, las evidencias demuestran que los miembros de ese partido, hace no mucho tiempo mintieron con la supuesta entrega de sus prerrogativas para los damnificados del terremoto del 2017 y también fueron opositores de una propuesta similar del PRI para donar dinero al gobierno federal.
Todo esto ha sido consignado y monitoreado, paso a paso, en las redes sociales, por unos enfurecidos “influencers”, que recalientan así el odio que ya se empieza a cocinar entre todos los mexicanos. Estamos en una sociedad absolutamente dividida, polarizada, porque nunca hubo un llamado a la unidad.
Mientras esto ocurre arriba, en los bajos mundos pulula también la trampa, la mentira, la traición. Se disparó la venta de pruebas apócrifas de kits de diagnóstico para el Covid19; la escalada de precios de cilindros de oxigeno; el aumento de precios en botellas de alcohol sanitizante.
Pero no fue todo. La población misma se negó a asumir la realidad; aceptar por una vez en la vida que el ser humano no es el todopoderoso. Cerraron los ojos, se han lanzado a las calles irresponsablemente, a querer cumplir los deseos de los niños, so riesgo de sus propias vidas.
Pasó así otro 24 de diciembre, en el que pocos recordaron al sujeto principal de esa conmemoración, piedra angular de la fé católica y protestante: Jesucristo. La natividad sólo fue motivo de auto victimización. Lo solos que estamos, lo pobre, lo enfermo. No hubo ni un GRACIAS DIOS, por el privilegio de vivir.
¿De qué sirve tanto recuento si no aprendemos nada? Son los mismos rufianes que nos siguen robando, engañando; disfrazados con nuevas banderas, otros colores, pero el mismo tufo de hipocresía, sevicia y maldad. No hay ánimo, la verdad, no hay ánimo. ¿Para qué ahondar en el rencor?