No alcanza
Los contagios no ceden, las muertes continúan y el problema no ha sido controlado, aunque siendo optimistas, podríamos decir que vamos en la ruta de la contención de la pandemia y el camino a la recuperación de la normalidad perdida desde marzo del año pasado.
Obligar, con medidas coercitivas, imposiciones, sin el consenso ciudadano, a reducir la movilidad, al cierre de comercios, al confinamiento total, parecía una ruta equivocada, aunque el argumento de salvaguardar la vida de los ciudadanos, sea válida y un argumento de peso, para las decisiones radicales y unilaterales.
Por eso, es plausible la decisión del gobierno estatal, de abrir de manera regulada y con las medidas que indican el protocolos de seguridad sanitaria, diversos comercios, que permitirán la reactivación económica, gradual y paulatina, con el propósito de evitar un estallido social, que provocaría la desesperación de dueños y empleados de negocios que han sido afectados severamente a partir de la emergencia sanitaria, que frenado prácticamente la actividad económica en la entidad.
A partir de este lunes, dice el gobierno, que dichas medidas son aplicables en 33 de los 84 municipios, donde se concentra el mayor número de casos deCovid-19.
Dicta el gobierno que a partir de hoy, gimnasios y clubes deportivos, funcionarán previa cita con un aforo máxima del 20 % en espacios cerrados y al 30 % en espacios abiertos.
Restaurantes, restaurantes bares, cocinas económicas y demás que expenden alimentos para consumo en el lugar deberán priorizar la venta para llevar o admitir un máximo del 20 % de aforo en espacios cerrados y 30 % en espacios abiertos.
Eso sí, se mantienen la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en restaurants bares y el horario será de las 7 de la mañana a las 6 de la tarde y de las 18 a las 23 horas habrá servicio para llevar.
Con estas acciones el gobierno responde a “cacerolazos” al clamor de #abrimos o morimos y a las manifestaciones en las calles, afuera de los negocios, donde dueños y trabajadores de comercios diversos y restaurantes, exigían al gobierno tomar en cuenta su desesperación, a riesgo del cierre total y la pérdida de cientos de empleos, con el consecuente enojo social, que podría convertirse en un estallido de consecuencias impensables.
Es de esperarse que estos sean los primeros pasos para la recuperación económica, que ha afectado a todo el estado de Hidalgo, especialmente a los 33 municipios donde se ha registrado el mayor número de contagios.
Eso sí, los balnearios que junto con las remeses dan vida a los más de 30 municipios de la región del Valle del Mezquital y otros cercanos, seguirán cerrados y eso afecta severamente la economía de la zona.
En tanto, las cifras de contagios y muertes, no ceden. Apenas el número de nuevos contagios del domingo fue de 159, mientras que el sábado la cifra fue de 60. En tanto que el de fallecidos fue a la inversa, pues el sábado se reportaron 63 muertes y el domingo 37.
Si los dueños y empleados de los negocios que reclamaban “abrimos o morimos”, son responsables acatan las medidas ordenadas por las autoridades y su economía comienza a recuperarse, el número de personas vacunadas aumenta y la ciudadanía toma en serio las medidas de auto protección, entonces podremos decir que sí, ya vamos viendo la luz al final del túnel.
Mientras tanto, a seguirse cuidando, sin esperar a que sea el gobierno el que con medidas de presión y amenazas, nos indique lo que debemos hacer por nuestro propio bien.