Subestimando a la presidenta
El 8 de marzo (8m) no se festeja, nace en la lucha de las mujeres por el reconocimiento de sus derechos. Tiene sus raíces en un lamentable suceso, la muerte de cientos de mujeres costureras que exigían salarios justos, jornadas de trabajo no excesivas, respeto y trato digno,
El 8m no se festeja nada, se conmemora la lucha porque las mujeres reconozcan que tienen derechos y consigan el reconocimiento de los mismos por parte de la sociedad. Uno de los primeros y más significativos debates del movimiento de liberación de las mujeres abordaba el lugar que ocuparían los hombres en el mismo, en la lucha, en las movilizaciones, en el movimiento de la “Segunda ola”, las feministas estaban decididas a crear un movimiento que señalase sólo a la mujer como el sujeto colectivo. Esto significó necesariamente, que el término feminista fuera susceptible de aplicación sólo a las mujeres, ellas querían su movimiento, la finalidad no era expulsar a los varones, sino reconocerse y que se reconocieran como seres independientes de ellos.
Entonces ¿qué debemos hacer los hombres en este día? Cuestionemos nuestras propias actitudes reconociendo nuestros privilegios masculinos y renunciar a ellos, estar atentos a entender las consignas, así escucharemos la voz de las mujeres, no debemos decirles como podrían llevar su propia lucha, no asumamos que tenemos un mejor manejo del tema, al contrario, investiguemos sobre el, no opáquemos sus voces con nuestro protagonismo, esto no se trata de nosotros, podemos aportar sin duda una mirada de empatía y entendimiento hacia la lucha de su libertad, hacia la materialización de sus derechos.
Ellas luchan por re-conocerse y ser re-conocidas como lo que son, seres humanas, que la A de humanas sea capaz de nombrar y ser reconocible a cada mujer en cada uno de sus nombres, en cada oficio, cada profesión, cada obra, en todas las situaciones vitales, en sus necesidades y en sus deseos. Escuchemos atentamente sus denuncias y trabajemos en buscar soluciones como sociedad, seamos puente no tope, No juzguemos su forma de luchar desde nuestros privilegios, analicemos la manera de ayudar desde nuestras trincheras.