No alcanza
PACHUCA, Hgo., 13 de agosto del 2021.- Hidalgo sigue siendo el estado del país con el mayor número de tomas clandestinas en los ductos de combustible que opera Petróleos Mexicanos (Pemex) en sus 17 mil kilómetros de redes de distribución a lo largo del país.
El gobierno mexicano reportó que desde que comenzó el combate a los huachicoleros, aquellas personas que se dedican a “picar” los ductos para robar gasolina y luego venderla de manera ilegal en un creciente mercado, la cifra de barriles robados se redujo exponencialmente, de 81 mil barriles diarios, el año pasado a cuatro mil este año.
No obstante, sigue siendo un negocio redituable para quienes se dedican a esta actividad y tan solo este año sus ganancias han sido del orden de los dos mil 291.9 millones de pesos, en seis meses. El año pasado alcanzaron ingresos por 4 mil 800 millones de pesos.
La Subdirección de Salvaguardia Estratégica de Pemex, informó esta semana que de enero a junio del año pasado se registró un aumento del 6.6 % en el número de tomas clandestinas y al primer semestre de este año la cifra aumentó a 5 mil 315 perforaciones ilegales.
Es decir, 331 más que las 4 mil 984 del año pasado.
Hidalgo, Estado de México y Puebla, son los estados de la república, donde se comete el mayor número de perforaciones, con 7 de cada 10 tomas.
El promedio de tomas por día es de 29.3, lo que significa que se comete 1.22 robos por hora, mientras que el año pasado, la cifra promedio por día fue de 27.5, a 1.22 por hora.
En nuestra entidad, son recurrentes las noticias sobre explosiones de ductos mal operados por quienes los perforan, enfrentamientos entre delincuentes y las fuerzas de orden encargadas de recorrer los ductos para inhibir la acción de los huachicoleros.
También se sabe que el municipio donde más se comete este delito es Cuautepec, sin dejar de lado los municipios de la región de Tula, como Tlaxcoapan, Tlahuelilpan, donde operan grupos organizados que se dedican a esta actividad ilícita.
Aunque las autoridades aseguran que es un delito que ha venido a la baja, sigue siendo altamente redituable por el precio al que se vende de manera clandestina el litro de combustible, que es de la mitad del precio normal en las gasolineras autorizadas.
Sin embargo, Pemex, ha advertido sobre el riesgo que representa esta actividad, lo que pone en riesgo su operatividad financiera.
Pero, hasta ahora, no hay quien los pare.