Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
José Ramón Amieva Gálvez, presidente municipal de Mixquiahuala, decidió ya no participar en el proceso para la elección del nuevo procurador General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), para el que se inscribieron nueve personas, luego de la sorpresiva y aún no explicada renuncia de Raúl Arroyo González, quien concluiría su período hasta julio del 2023.
Si la renuncia de Arroyo González, el 12 de agosto pasado, sorprendió, no fue menos sorpresivo el anuncio del ex jefe del Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), de registrarse para el proceso de entrevistas que comenzaron hoy en la sede del Poder Legislativo local y hasta el viernes pasado su intención de convertirse en el nuevo procurador de justicia, seguía firme.
Algo pasó este fin de semana, que orilló al doctor Amieva a desistir de su pretensión de desplazar a los otro ocho participantes, entre quienes sobresalen Alejandro Habib González, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) y la secretaria del Trabajo, María de los Ángeles Eguiluz.
La semana pasada se filtró la versión de que se operaba con mucha discreción convencer a la mayoría de diputados para votar en contra de la propuesta de José Ramón Amieva, quien labró como subprocurador de Derechos Humanos y en la Coordinación Interinstitucional de la PGJDF.
Incluso, se dijo, que se buscó “rasurar” el curriculum del alcalde de Mixquiahuala, para de ese modo dejarlo fuera a la hora de las votaciones.
La participación inicial de Amieva, que pretendía animar el proceso de selección del sucesor de Raúl Arroyo, obedeció a la indicación del grupo al que pertenece, con sede en la Ciudad de México, y de ahí mismo vino la orden de desistimiento.
Esta mañana, en las redes sociales circuló parte de una carta firmada por el presidente de Mixquiahuala en tono bastante conciliador (se esperaba un choque entre priistas y morenistas en el poder legislativo) en la que anuncia su decisión de no continuar y ofrece copia de su plan de trabajo, “con el afán de sumar desde mi humilde opinión, al esquema de administración de dicha representación social (PGJEH)”.
De este modo, lo que parecía convertirse en una confrontación de dimensiones inimaginables entre priistas y morenistas, pasará a un proceso terso en el que se impondrá (así se espera) una propuesta menos incómoda para el gobierno, como pudo haber sido que un morenista se convirtiera en el procurador General de Justicia, con todo lo que eso implica, especialmente cuando estamos entrando al último año del actual gobierno y Morena promueve la alternancia en el poder ejecutivo para el 2022.